jueves, 30 de marzo de 2023


- Humanismo Mexicano -

Los constituyentes liberales

Nuestra Constitución Política Mexicana, manoseada, invocada en vano, violada, ignorada, trastocada y, no obstante todo ello, permanece como testimonio del humanismo mexicano que dio lugar a que viera la luz en 1917, año en que estallaba la Revolución Rusa y en que EEUU entraba en la I Guerra Mundial, gracias a patriotas liberales que lucharon por plasmar en ella el anhelo democrático del bien común y todos los derechos para todos los mexicanos. 

La Constitución de 1917 fue un hito en la historia del mundo pues plasma no sólo las garantías individuales sino también los derechos sociales, en ella se reconocen las libertades de culto, de expresión y asociación, la instrucción laica y gratuita, la jornada de trabajo máxima de ocho horas y la prohibición del trabajo para los menores de edad. De igual manera, se enuncian -sin limitarse- los derechos y libertades que debe tener el pueblo mexicano, al tiempo que establece los límites al poder público ante los derechos fundamentales que se consagran en ella. Debido a la reciente historia dictatorial de Porfirio Díaz, en esta Constitución se eliminó la reelección del presidente de la república y la vicepresidencia y además, se establece la división de poderes.

Tampoco entonces se sustrajo México al injerencismo de los EEUU: protestaron porque consideraban que los artículos 3, 27 y 123 lesionaban los intereses de los extranjeros y, por supuesto, las compañías petroleras se quejaron porque veían afectados sus intereses económicos. 

Destacan entre los liberales que impulsaron los artículos más trascendentes de la Constitución de 1917: Francisco J. Múgica, Feliz Fulgencio Palavicini, Heriberto Jara, Pastor Rouaix, Luis Manuel Rojas, Héctor Victoria.

Podemos afirmar que eran humanistas quienes, imbuidos de un espíritu democrático y reivindicador de los derechos individuales pero igualmente conscientes de la necesidad de la conciencia social y el resguardo de los derechos de una comunidad para su bien y armónica convivencia, lucharon por plasmar en la llamada Carta Magna los principios inalienables para regir la vida política de la Nación.

A la luz del concepto humanista, ponderaremos la labor que cada uno llevó a cabo en aras de cumplir con el ideal democrático y humanista, plasmando en los artículos de la Constitución Política Mexicana la protección a los derechos fundamentales tanto individuales como sociales.

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De entre los anteriores diputados al Constituyente de 1917 mencionados, se destaca Francisco José Mújica, de quien trataremos aparte.

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“Los municipios, las autoridades municipales, deben ser las que estén siempre pendientes de los distintos problemas que se presenten en su jurisdicción, puesto que son las que están mejor capacitadas para resolver acerca de la forma más eficaz de tratar esos problemas, y están, por consiguiente, en mejores condiciones para distribuir sus dineros, las contribuciones que paguen los hijos del propio municipio y son los interesados en fomentar el desarrollo del municipio en las obras de más importancia, en las obras que den mejor resultado, en las que más necesite, en fin, aquel municipio.”
Decía Heriberto Jara, y tenía razón, lástima que hoy en día sea desde los municipios donde se comienza por dilapidar y robar el presupuesto en lugar de realizar las obras a las que están obligadas las autoridades municipales.


Jara fue un militar y político que también impulsó la modificación del proyecto original de Carranza para incluir en la Carta Magna las garantías sociales consagradas en los artículos 3°, 27 y 123, referentes a la educación, la propiedad de la tierra y los derechos de los trabajadores.


Si los ricos quieren conservar la supremacía del capital, necesitan subir los salarios, subirlos mucho. No se debe esperar a que el pobre exija su pedazo de pan, su casa, su abrigo indispensable.
Felix F. Palavicini


Palavicini fue un pedagogo que impulsó los derechos a la educación, era un "moderado" pero eso no impidió que pisara la cárcel en su momento.


Luis Manuel Rojas, partidario de la Revolución Mexicana y de Madero, es famoso por su yo acuso al embajador Henry Lane Wilson:

Yo acuso a Mr. Henry Lane Wilson, embajador de los Estados Unidos en México, ante el honrado criterio del gran pueblo americano, como responsable moral de la muerte de los señores Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, que fueron elegidos por el pueblo, presidente y vicepresidente de la República mexicana, en 1911.
[...]
Yo acuso al embajador Wilson de haber mostrado parcialidad en favor de la reacción, desde la primera vez que don Félix Díaz se levantó en armas en Veracruz.
[...]
Yo acuso al embajador Wilson de haber observado una doble conducta; pues una fue su actitud efectiva acerca de los nuevos poderes, y otra la que aparentó ante los señores Madero y Pino Suárez.
[...] Luis Manuel Rojas, 23 de febrero de 1913


Fue presidente del del Congreso Constituyente de Querétaro en 1917



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