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La importancia de los medios públicos y la dimensión universal de la 4a. Transformación



Comunicar es vital para transformar

Por Hasardevi

Junio 11, 2021

Irónicamente, en una época en que la tecnología de las comunicaciones se está desarrollando a toda velocidad, la gente se está refugiando cada vez más dentro de sí misma y se aparta de los demás. No se puede negar que el desarrollo de la Internet, y otros avances tecnológicos ha hecho posible la comunicación global instantánea, que supera todas las fronteras nacionales. La tecnología, en sí misma, es neutra: puede ser una fuerza para el bien o para el mal; puede conectar a las personas o alimentar el odio; todo depende de la intención de quien la utilice.

Pero me temo que aún no hemos podido apreciar los beneficios de una tecnología empleada con sensatez y buen criterio para unir a las personas. Como resultado, si bien las barreras físicas y técnicas para la comunicación están desapareciendo, los muros que aíslan el corazón de la gente se vuelven cada vez más densos.

Daisaku Ikeda, filósofo y poeta laureado.

El bombardeo de los medios nacionales e internacionales, tradicionales y no, contra la cuarta transformación y el gobierno del Presidente López Obrador es constante y feroz, y es cada vez más evidente que obedece a una campaña orquestada desde los altos círculos financieros. Desde el programa que se transmite por internet Del Caos Al Cosmos (ver podcastas en este blog), hemos insistido en cómo se ha ido intensificando esta campaña para desinformar, distorsionar la información, y decididamente engañar con falacias y abiertas mentiras de manera totalmente impune. La falta de probidad en esta prensa ha sido también adoptada por medios novedosos como youtube por parte de “comunicadores” que surgieron en las redes y que hoy incluso, cobran bien por su “trabajo”.


No sólo se oscurecen los logros fehacientes de este nuevo gobierno e incluso se llega a la diatriba calumniosa en contra del Presidente de la República y del partido fundado por él; se ha llegado a la acción perversa de desorientar y sembrar la duda y el temor en la población en relación con la terrible pandemia por la que atraviesa el mundo, con el único afán de descalificar el trabajo realizado por los representantes del gobierno en el sector de la salud y todas las decisiones tomadas para preservar la vida de los habitantes de México. Los ejemplos de esto abundan y están debidamente documentados.


En el colmo de esta lamentable situación y oprobiosa conducta por parte de una supuesta “oposición” sin programas ni propuestas pero con un discurso de denuesto constante y abierto desafío al estado de derecho, a casi tres años de este cambio de régimen, los medios públicos (radio, televisión y redes) no han logrado estructurarse como el instrumento cultural que rompa con la inercia, falta de ética y el deterioro del discurso pùblico, que sea capaz de realizar una verdadera campaña de información que ayude a la ciudadanía a entender lo que realmente ocurre en el país en la esfera político-económica y que permita, además, una regeneración de los medios masivos a través de los medios públicos, promoviendo los principios que inspiran el cambio democrático de este régimen y la 4a. Transformación. 


La basura que se escucha y observa en los medios privados, es a veces trasladada a los medios públicos: los noticiarios son tendenciosos, omisos, mentirosos; hay comentaristas sin profesionalismo alguno que ofenden la inteligencia de los ciudadanos; existen programas de “análisis político” que enrarecen aún más el ambiente de enfrentamiento e incertidumbre social impulsada por los medios privados en aras de mantener un ambiente de irritación y opacidad con respecto a las verdaderas acciones de gobierno. Las raras excepciones existentes no alcanzan para propiciar un equilibrio y en cambio se sigue privilegiando a los mismos personajes nocivos y se les permite mentir burdamente sin aplicar límite alguno: aquí más que libertad de expresión lo que existe es un verdadero libertinaje sin que nadie asuma la responsabilidad ni se tenga una verdadera “defensa de la audiencia” que proteja su derecho a estar bien informada y a acceder a una programación que promueva valores comunitarios que fortalezcan el tejido social, la paz, el sentido de pertenencia a una nación heterogénea y multicultural, entre otras cosas de importancia.


 Requerimos medios públicos que se hagan eco del Proyecto de Nación que privilegia la atención a los más pobres en aras de cerrar la enorme brecha existente y de democratizar la vida pública en todas las esferas de la vida. Medios públicos que ofrezcan programación balanceada, plural sí, pero no por ello que se abra la puerta a la vulgaridad y violencia imperante en los medios públicos.


Si se quiere hacer llegar el mensaje de Regeneración en todas las esferas de la vida pública, se debe responder a esta aspiración a través de una verdadera revolución cultural y educativa para lo cual estos medios públicos resultan vitales. Si se quiere compartir un nuevo modo de hacer las cosas y de vivir en democracia, se debe inducir a la sociedad mexicana hacia esa forma de convivencia facilitando los instrumentos para comprender los nuevos términos, los conceptos democráticos, solidarios y éticos. 


En los casi tres años del nuevo régimen lo que hemos visto es una inercia en los medios públicos, cierta falta de sensibilidad, estancamiento además de dar la impresión de un desperdicio de recursos y tiempo valioso perdido. Habrá que preguntarse si existe responsabilidad también en la pérdida de preferencia por el partido morena en la ciudad de México, por parte de estos medios públicos, o si al menos no han sabido ser de apoyo para difundir sus principios y proyectos.


Por otra parte, tanto Jenaro Villamil al frente de medios públicos, como Sanjuana Martínez, al frente de notimex, son periodistas de brillante trayectoria profesional e intachable reputación; pero eso no es suficiente cuando se trata de echar a andar un proyecto de comunicación al frente de medios que son estratégicos para ganar la batalla de las ideas en medio de una guerra sucia de información y el golpismo de las fuerzas vivas y los poderes fácticos. Se requiere estrategia, instrumentación de políticas y administración, así como trabajo interdisciplinario.


Es oportuno recordar las recientes palabras de Pablo Gómez:


 “La alianza opositora es muy fuerte, tiene caudales electorales que vienen de mucho tiempo y en algunos lugares sigue siendo funcional el clientelismo focalizado, preferido por el PRI y el PAN durante décadas. Cuenta con medios de comunicación y se beneficia de las permanentes campañas de engaños y calumnias. Tiene de su lado, finalmente, la tradición ideológica de clasismo, privilegios y corrupciones.


Además, la 4T ya agotó el sistema de un solo vocero, el presidente de la República, debido a que desde hace algún tiempo es preciso comunicar con más detalles sobre cada tema y eso no lo puede hacer por completo una sola persona durante dos horas diarias. La difusión y réplica de la 4T necesita refuerzos. Son tan fuertes las arremetidas noticiosas y editoriales contra el gobierno de la 4T, que ya es hora de que ésta, como un todo, intensifique el contraataque cotidiano, aunque eso signifique correr los riesgos del alargamiento del frente de batalla. Asimismo, debe ir mucho más a fondo en las explicaciones de lo que se está haciendo desde el gobierno y el Congreso.”

Muchos esperamos impacientemente que se entienda el mensaje y se actúe en consecuencia, el propio Presidente de la República y su vocero también deben hacer un alto y cambiar la estrategia; el abuso por parte de los asistentes a las conferencias matutinas llega a ser contraproducente para el mensaje que se pretende enviar a la ciudadanía. Hay que saber escuchar y también responder con sensibilidad: el círculo no se cierra con los presentes en sus conferencias, hay millones pendientes y es el único documento al que se puede acudir para corroborar lo dicho y hecho por el Presidente y su gobierno.


Los miembros del gabinete también tienen responsabilidad de comunicarse de manera eficaz y oportuna con la ciudadanìa, no sólo a través de sus redes sociales, sino de manera más efectiva y a través de los medios públicos. En especial las Secretarías de Educación y Gobernación, pero no hay excepciones. En cada estado debe haber una estrategia de comunicación y echar mano de todos los recursos al alcance para hacer llegar de manera eficaz el mensaje del Presidente de la República y de la 4a. Transformación.


Decía Kapuscinski: “Es muy importante entender  que debemos  buscar lo universal en cualquier  tema, aquello que revela el mundo entero en una gota de agua. Porque una gota de  agua contiene al mundo, pero hay que saber encontrar el mundo en una gota de agua.” 


Es posible dar una dimensión universal a la 4a. Transformación porque la tiene, pero hace falta resaltar sus objetivos y refutar las constantes distorsiones y mentiras que la pretenden cercar y darle un papel meramente provisional y de carácter propagandístico sexenal. Son los medios públicos y sus voceros quienes tienen la facultad de dar a este proyecto de nación su naturaleza profunda, su dimensión universal, y pueden hacerlo en una memoria que se vaya registrando con trabajo revolucionario y transformador día con día.


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