4/15/2012 01:11:00 p. m.

Te lo firmo y... ¿te lo cumplo?

Por Hasardevi

“No hace falta que mis compromisos se firmen ante Notario Público, soy hombre de palabra” (...) “Cada dos años se harán consultas para que el pueblo evalúe el actuar de mi gobierno”.
Andrés Manuel López Obrador

“Pilar González firma ante notario los compromisos que ‘tendrá que aceptar quien quiera la colaboración del PA’.” Esto se lee en noticia de marzo del 2012 en Cádiz, España. La nota reza: “La secretaria general del Partido Andalucista (PA) y candidata a la Presidencia de la Junta, Pilar González, ha firmado este lunes ante notario los compromisos que asume su partido para ‘garantizar los derechos de los andaluces y dinamizar la economía’ y que ‘tendrá que aceptar´ cualquier formación que ‘quiera la colaboración del PA’ tras las elecciones del próximo domingo.”

En otra nota periodística de febrero de 2012 se dice que “El presidente Ricardo Martinelli firmó este martes ante 13 notarios del distrito de Panamá un documento donde deja claro que no tiene ninguna intención de aspirar a una reelección en las elecciones generales de 2014.”

No cabe duda que la credibilidad está en franco descenso tanto en México como en el mundo, si analizamos el hecho en sí, de que políticos recurran a tales estrategias para que la ciudadanía les crea. Unos antes de llegar al cargo, otros en él...

Por otra parte, en España y Francia al menos, un notario por ley, además de un profesional del Derecho con fe pública, se considera funcionario público. En México, el notario es un profesional del Derecho dotado de fe pública por el Estado, pero no se define propiamente como funcionario público. El notario tiene entre sus funciones la autenticación, la publicidad, y una muy importante que es la de dar certeza jurídica a los actos que ante él se realizan. Como profesional del Derecho goza de un gran prestigio ya que es indispensable una muy sólida formación jurídica en varios campos del Derecho y se requiere que apruebe un examen de oposición para acceder al título de "Notario". La ética y honestidad de un notario público son cualidades inherentes al ejercicio profesional de éste, ya que debe asesorar a las personas y salvaguardar los derechos de quienes acuden a él en busca de seguridad.

Lamentablemente, ya ha habido casos en México de corrupción de algunos notarios precisamente por sus vínculos con algunos políticos y funcionarios públicos. Pero no habíamos conocido hasta hoy, o al menos no se había publicitado así, de políticos que hicieran promesas de campaña y se acompañaran de notarios para firmarlas ante la gente. Supongo que se trata de una "Declaración unilateral de la voluntad" misma que es "ratificada" por el notario, pues no podría ser que se realizase un contrato entre el candidato y los ciudadanos ahí presentes. Con toda seguridad la “idea” surgió en los asesores del Sr. Peña Nieto a raíz de los ejemplos en España... conocemos la influencia que algunos españoles, como el tristemente célebre Solá, ha tenido en la política mexicana. EPN, durante su campaña como aspirante al gobierno del Estado de México utilizó dicho recurso publicitario: "Te lo firmo ante notario".

Hoy, en una campaña ni más ni menos que a la presidencia de la República, Peña Nieto retoma el mismo numerito publicitario de "te firmo y te cumplo" lo cual, insisto, ya habla mal de su credibilidad. El colmo es que hoy se sabe que ni firmando cumplió, ya que se descubre que hay compromisos notoriamente incumplidos y que muchos fueron sólo parcialmente cumplidos o se realizó algún acto para aparentar su cumplimiento. En todo esto ¿qué papel juega el notario o los notarios que "dieron fe" de dichos compromisos?

Como acto civil, no hay posibilidad de sancionar al que se comprometió pues no existe acción legal posible, en todo caso, es complicado para los ciudadanos ejercitarla. Pero el notario, sí puede y debe ser sancionado por haberse prestado a una simulación ya que de antemano sabía que los actos que estaría avalando, no eran susceptibles de penalización alguna, de modo que para decirlo llanamente, se estaba simplemente tomando el pelo a los ciudadanos al tomar parte en un acto meramente publicitario.

Es pertinente señalar aquí que una de las características de un acto notariado, es precisamente la de evitar posteriores litigios, por eso se acude a éstos, a eso se refiere la "certeza jurídica".

Si bien no puede ser sancionado Peña Nieto por haber burlado la confianza de la gente para lo cual utilizó, además, la figura del notario para cubrirse, es de suma gravedad que hoy se le permita que siga mintiendo descaradamente a la población a través de los medios masivos tal como lo hacen vendedores de productos "milagro" a sabiendas de que mienten.

El sagrado mandato que significa la máxima investidura nacional en la forma de la presidencia de la república, no admite la parodia de un hombre cuya palabra insignificante debe ser testificada ante un notario por carecer de legitimidad propia. Es un un acto, además, carente de lógica y dignidad puesto que no es un mero acto contractual entre particulares, ni el pueblo ante quien se firma ha de contar con acción alguna para reclamar la validez de dicho documento cualquiera que sea su naturaleza.

El mandato que el pueblo soberano otorga a un presidente, es sagrado porque sagrado es el voto que el ciudadano emite confiriendo con él su confianza y obligando al mandatario a honrar esa confianza. Para ello, el pueblo soberano cuenta con la constitución política que consagra su derecho en el artículo 39 constitucional y ahí mismo, en el texto de la carta magna, se sanciona al mandatario que incumpla la tarea a la que se obligó.

Valdría más que, como ha ofrecido López Obrador en repetidas ocasiones, para confiar en que los candidatos cumplirán con su palabra, se pronunciaran por la Revocación de Mandato (1) llevando éste a rango constitucional y así, cesaran las acciones meramente publicitarias que faltan al respeto a la ciudadanía, a las instituciones y a la más alta investidura en la forma de la presidencia de la República, como si en lugar de a dicho cargo se aspirase a un cargo menor en una municipalidad o se tratase de una apuesta entre “compadres” certificada ante notario para que no se sospechase dolo por alguna de las partes.

(1) Ya el gran ideólogo Ignacio Ramírez, El Nigromante, declaraba en su propuesta a l Artículo 5 constitucional: "El Presidente de la República es otro empleado de la Unión, nada más que esta designación se realiza por elección popular. El presidente deberá observar, cumplir y pregonar, con el ejemplo propio, el estricto cumplimiento de la Constitución y de las leyes que de ella emanen. Por lo cual (...) el pueblo mexicano debe tener formas y procedimientos concretos para remover, en casos determinados en la Constitución, al presidente de la República si, como cualquier empleado de gobierno o particular, carece de la capacidad profesional o mental con que se ofertó al pueblo mexicano.

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