Por Hasardevi
La Izquierda gana en la primera vuelta de las elecciones en Francia, con 10 candidatos a la presidencia de la República, claro, sólo dos pasan a la segunda vuelta y éstos son el conservador Sarkozy y el socialista Hollande. Las pifias de Sarkozy continúan y enojan a muchos franceses cuando dice que "Le Pen, es acorde con la República". Puede verse como un buen augurio para Europa el que Francia vire otra vez a la izquierda, pero... Cuidado con las cifras, se dice todavía.
El FN (Frente Nacional, partido de extrema derecha) obtuvo en esta elección casi un 19 %, y para algunos eso es un síntoma de que "el cuerpo de Francia está enfermo". En 2002 Jean Marie Le Pen ganó casi el 18 % pasando a la segunda vuelta. Encabezados en diarios decían: "Honte de la France" (Vergüenza de Francia"). Hoy esos votos para Marine Le Pen, hija de Jean Marie, sin duda irán para Zarkozy. Por eso es importante el apoyo de Eva Joly, candidata ambientalista, el centrista Bayrou y el izquierdista Mélenchon (Front de Gauche) para nivelar la balanza en la segunda vuelta, y dejar fuera a la derecha de Sarkozy. Hoy la izquierda está unida para combatir a "Sarko" y se dice que es la primera vez que un presidente saliente es relegado a un segundo lugar en la elección presidencial. No obstante, los seguidores de Sarkozy están optimistas en que con la ayuda de los votos del FN y menospreciando el avance de la izquierda, puedan remontar la votación en la segunda vuelta.
"Organizaremos un gran mitin en la plaza Stalingrado, que es un poco nuestro fetiche, el viernes 4 de mayo, sobre nuestros propios objetivos, nuestras propias reivindicaciones para al día siguiente ir a votar por Holland y contra Sarkozy", declaró Jean-Luc Mélenchon, el candidato del Frente de Izquierda, "Estaremos presentes en todas las ciudades de Francia, el primero de mayo, con los sindicatos", dijo también.
Por su parte, un connotado grupo de feministas dicen "los derechos de las mujeres pasan por la izquierda": "Somos feministas y votaremos por François Hollande. Votaremos por la izquierda porque es nuestra familia política. Su historia, su motor, su identidad, es poner el interés general adelante de los intereses privados, la razón por encima de las creencias o los prejuicios, es hacer retroceder la opresión y construir una sociedad donde no tenga lugar ya la explotación de todo tipo. La izquierda es el aliado intrínseco de la lucha de las mujeres por su liberación porque tiene por objetivo la emancipación de todos los individuos." Apuntan lo anterior en desplegado firmado por un gran número de mujeres escritoras, investigadoras, actrices, artistas, activistas, etc., quienes aludiendo a los últimos cinco años en que el gobierno de Sarkozy ha dejado desigualdad, precariedad en el trabajo, desintegración social, además de otros retrocesos sociales, convocan a apoyar a la izquierda tanto como ésta "ha apoyado las movilizaciones feministas".
El centrista Bayrou ha dicho que su movimiento democrático (navegando siempre en aguas ambiguas como es la costumbre en ciertos personajes que, también en México, conocemos), encuentra ofensiva la afirmación de Sarkozy en el sentido de que "las preocupaciones de los electores de Bayrou y del Frente Nacional son las mismas, aunque los caminos sean diferentes" (recuérdese que el FN representa, con Marine Le Pen, la extrema derecha). También dijo que se sentía cercano en lo humano a Hollande pero en lo programático a Sarkozy. Resumiendo, en la carta que dirige a los dos candidatos, no resuelve aún cuál será su posición para el 6 de mayo, a lo que el candidato Hollande refiere que "él (Bayrou) sabrá cuál elección suya será la útil".
Entretanto, el mundo observa el proceso electoral en Francia y el Wall Street Journal, importante y conservador diario estadounidense dice que "Francia va al desastre". "Un país perdido, sin opción y que va al desastre" resume poco más o menos a decir de Libération el editorial del WSJ "lleno de una rara violencia". El editorial dice que la elección presidencial es de gran importancia para los E.U. y, continúa Bret Stephens, quien lo escribe: "En Francia, donde el menú electoral se componía de cuasi-fascismo, socialismo blando y de la ideología de la bouillabaisse (platillo típico francés) por parte de un presidente saliente desesperado y que fracasó". En ese tono sigue el editorial del WSJ, en efecto, cargado de una violencia oscura. Va lejos al decir que los franceses "optaron por el desastre". Sarkozy no se salva del juicio de Stephens que lo trata de "hiperactivo de pequeña talla". Pero a François Hollande le llama "el aspirante tranquilo del cual lo peor que puede decirse es que tiene ideas completamente locas". Asegura el Wall Street Journal que Francia "vive más allá de sus posibilidades y que 'insiste' en vivir más allá de sus posibilidades". Y remata: "En Francia como en América, existe la noción de que por ser naciones excepcionales, somos impermeables a las fuerzas que harán caer a las otras naciones. Es tal noción la que tarde o temprano, conduce a cada gran nación a morder el polvo"...
Habría que recordar que mientras en los EUA vota entre un 40 y 50% de la población habilitada para ello, en Francia es un 80%, lo que hace una notable diferencia. Además, Francia ya ha vivido un régimen socialista y no adolece de la fobia que la izquierda provoca en "América".
Sarkozy ha llevado al límite a la gente en Francia con su doble discurso y su tendencia a polarizar a los trabajadores y al pueblo en general. Ahora va hacia una muy fuerte derechización en su discurso para ganar los votos de Le Pen y remontar en la segunda vuelta. Pero el panorama no le favorece. Para repudiarle, los candidatos de otros partidos, excepto el Frente Nacional, parecen estar de acuerdo en apoyar a Hollande, principalmente Mélenchon del Frente de Izquierda. El peligro de la derecha yace en que muchos franceses también se sienten invadidos por el islamismo y eso, ha favorecido que muchos votaran por Le Pen; el temor ha sido siempre el camino más directo hacia el fascismo...
Es mucho lo que hoy se juega en Francia, buena parte de los franceses está harta de la pérdida de su nivel de vida pero también de la ruptura del tejido social. Europa estará expectante a los resultados del 6 de mayo, y el mundo también, esperemos que el triunfo de la izquierda francesa, sea un augurio bueno para México y aquí también la izquierda, como en gran parte del continente americano, llegue al poder y comience una transformación que, en nuestro país, pasa por una verdadera "regeneración nacional" con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza. Porque, como él lo ha afirmado, sólo habrá paz si se abate la corrupción.
¡Buena suerte para Francia! ¡Buena suerte México!
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