Traducido de l'Humanité por
Hasardevi
"Comprometámonos en la batalla de las ideas para dar alternativas a los fundamentalismos religiosos, económicos y políticos."
Antigua ministra de la cultura de Mali, con motivo del día internacional de las mujeres, Aminata Traoré escribe -en la tradición de un día como redactor en jefe de l'Humanité- y expresa su homenaje a Stéphane Hessel quien reconocía el derecho de todos a indignarse frente al "orden injusto y violento de nuestro mundo."
"Soy una mujer indignada por la humillación inflingida a su país en nombre de la democracia liberal y del crecimiento sin desarrollo, empleo y salario. Desde
mi punto de vista, no hay una crisis maliense como tal, exigiendo la tutela
política y militar de Francia, que se basa en la CEDEAO, la Unión Africana (UA)
y las Naciones Unidas.
"El Estado de Mali es una de las expresiones trágicas del fracaso del modelo neoliberal. También rindo homenaje a Hugo Chávez, otro hombre de valor y dignidad que hoy llora su pueblo. El presidente Hugo Chávez no se enriqueció sino que dio prioridad a satisfacer las necesidades sociales vitales de los venezolanos utilizando el dinero proveniente del petróleo. En Mali, buscamos en vano en cada elección a los dirigentes que se preocupen por sus ciudadanos en lugar de buscar complacer a los inversores extranjeros y a vender nuestro oro y nuestras tierras agrícolas a nuestras espaldas. Nosotros enfrentamos en Africa, la crisis de valores que (denunciaron) Stéphane Hessel y Hugo Chávez -a quien tuve el privilegio de conocer. Ellos encarnan, me parece, el respeto de la dignidad humana y la voluntad política de escuchar y responder a las legítimas preguntas que los pueblos se hacen. El petróleo que permitió a Hugo Chávez tener los medios para llevar a cabo su política social, es precisamente, la riqueza energética por cuya codicia nos ha valido la intervención de la Otan en Libia, cuyos arsenales han proporcionado a los separatistas y a los islamistas las armas de la
conquista de las regiones de Kidal, Gao y Timbuctú. Hoy, confrontamos la globalización, su complejidad, sus mentiras, sus crisis y sus violencias.
"Las potencias occidentales, que transformaron la resolución 1973 del Consejo de Seguridad para proteger a los pueblos de Benghazi mandando a derrocar el régimen de Muammar Gadafi y haciéndolo matar, crearon las condiciones de la victoria militar de los separatistas y de los islamistas sobre el ejército de Mali, la ocupación del Norte y por tanto la violencia contra las mujers y la destrucción de los mausoleos.Presentada
como inevitable, la guerra contra el terrorismo fue desencadenada el 11 de enero
de 2013 con la operación «Serval».Un
acuerdo prácticamente unánime, pero trágico para el pueblo de Malí rodea esa
intervención. "La guerra legítima, legal, rápida y limpia", que el Presidente interino, Dioncounda Traoré, pretendía llevar a cabo, con el
apoyo de la "comunidad internacional » está ya en un punto muerto. Francia lo sabe y tiene la intención de retirarse e imponer unilateralmente la transformación de la Misión internacional de apoyo a Mali para mantener la paz por la fuerza. Los jihadistas son la prueba en Gao, Kidal y en Adrar de Ifoghas, de una resistencia feroz que no sorprende a los que no quieren tomar en cuenta las enseñanzas de Irak, Afganistán y Somalia.
"Este 8 de marzo de 2013, me da la oportunidad de insistir en los riesgos que las opciones y las decisiones de los que dominan nos imponen. Rindo homenaje a todas las mujeres, madres, esposas, tías, hermanas y otras parientes de los soldados malienses, franceses, chadianos, nigerianos, senegaleses...Así
como a los padres de los rehenes que miran hacia el norte de mi país y que temen
para la vida de un ser querido. El miedo de madres y esposas de los soldados malienses se debe al estado de miseria y falta de preparación de nuestro ejército. Por otra parte, los soldados no pelean sino contra fanáticos.
"Los
millares de desempleados, de hambrientos y de desesperados que pasan a ser
rebeldes, transportadores de drogas y nuevos reclutas del djihadismo, son también
nuestros hijos. ¿Cuánto tiempo van a seguir los que dominan abriendo heridas jurando, con la mano sobre el corazón, por la democracia, los derechos del hombre y la responsabilidad de proteger a los civiles y defender a las mujeres contra la violencia? La guerra es una violencia extrema contra las mujeres. Pongamos plazo a la militarización de Mali comprometiéndonos en la batalla de las ideas para dar alternativas a los fundamentalismos religiosos, económicos y políticos."
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