Por Hasardevi
Marzo 2, 2017
(Primera parte)
Con el título de "Este es el momento más peligroso para nuestro planeta" Stephen Hawking publicó un artículo en The Guardian, y en éste, advierte: "No podemos seguir ignorando la desigualdad, porque tenemos los medios para destruir nuestro mundo, pero no para escapar de él".
Hawking alude a la "burbuja privilegiada" en la que ha vivido en Cambridge y a la comunidad científica -de la que él es parte- como "todavía más enrarecida". Según él, "el aparente rechazo de las élites tanto en los EEUU como en Gran Bretaña se dirigió tanto a mí como a cualquiera", en relación con la decisión del electorado británico de dejar a la Unión Europea y de los estadounidenses de votar por Donald Trump. Hawking Se refiere a esto como "el grito de ira de la gente que se sintió abandonada por sus líderes".
Para Hawking fue el momento en que los "olvidados hablaron para rechazar el consejo y la orientación de los expertos y la élite, en todas partes". Dijo el científico: "No soy la excepción a esta regla. Advertí antes de la votación por el 'Brexit' que se podría perjudicar la investigación científica británica, que votar por la salida sería un paso hacia atrás, y la gente, o al menos una parte significativa de ésta, no tomó en cuenta mi advertencia ni la de cualquier otro líder político, sindicalista, artista, científico, empresario y celebridad que dio el mismo consejo."
"Lo que importa ahora, mucho más que las elecciones hechas por estos dos electorados, es cómo reaccionan las élites. ¿Deberíamos, a su vez, rechazar estos votos como efluvios de populismo que no tienen en cuenta los hechos e intentar eludir o circunscribir las elecciones que ellos representan? Yo diría que esto sería un terrible error."
"Las preocupaciones subyacentes a estos votos sobre las consecuencias económicas de la globalización y la aceleración del cambio tecnológico son absolutamente comprensibles. La automatización de las fábricas ya ha diezmado los trabajos de manufactura, y es probable que el aumento de la inteligencia artificial extienda esta destrucción del trabajo en las clases medias."
"Esto a su vez acelerará la ya creciente desigualdad económica en todo el mundo. Internet y las plataformas que hacen posible que grupos muy pequeños de individuos tengan enormes beneficios, mientras que el empleo se sigue reduciendo. Esto es inevitable, es progreso, pero también es socialmente destructivo."
Añadido a esto, continúa Hawking, está el fracaso financiero que hace que muy pocos acumulen grandes beneficios y el resto sólo paga la factura cuando la codicia de unos cuantos lleva a todos por el mal camino. El autor de "Breve historia del tiempo" dice que hoy vivimos en un mundo de creciente desigualdad en el que la mayoría ve cómo su capacidad para ganarse la vida desaparece. Y por ello no es de extrañar que busquen un nuevo trato que quizá pensaron encontrar en Trump y el Brexit.
El astrofísico señala las paradojas del progreso tecnológico: En el África subsahariana hay más personas con teléfono que con acceso al agua potable. Así, la inequidad se hace más evidente en este planeta sobrepoblado. Y por ello, los campesinos pobres van a las ciudades, se instalan en los depauperados suburbios impulsados por la esperanza y cuando se dan cuenta que el "nirvana instagram" no está disponible para ellos, lo buscan en el extranjero engrosando las filas de migrantes que significan nuevas demandas sobre infraestructuras y economías de los países a los que llegan, "socavando la tolerancia y alimentando aún más el populismo político."
"Para mí, dice Hawking, el aspecto realmente preocupante de esto es que ahora, más que en cualquier momento de nuestra historia, nuestra especie necesita trabajar unida. Nos enfrentamos a desafíos ambientales impresionantes: el cambio climático, la producción de alimentos, la sobrepoblación, la merma de otras especies, las epidemias, la acidificación de los océanos."
"Lo anterior es un recordatorio de que estamos en el momento más peligroso en el desarrollo de la humanidad. Ahora tenemos la tecnología para destruir el planeta en el que vivimos, pero aún no hemos desarrollado la capacidad de escapar de él," alerta Hawking.
Y es aquí en donde el cosmólogo hace un exhorto a "romper, no construir, las barreras dentro de los países y entre las naciones."
"Si queremos tener la oportunidad de hacerlo, advierte Hawking, los líderes del mundo necesitan reconocer que han fracasado y lo han hecho la mayoría. Con recursos cada vez más concentrados en manos de unos pocos, vamos a tener que aprender a compartir mucho más de lo que lo hemos hecho hasta ahora."
En vista de que no sólo los empleos sino industrias enteras están en vías de desaparición, Hawking recomienda ayudar a la gente a reciclar para un nuevo mundo y apoyar con financiamiento mientras lo hacen. También dice que si las comunidades y las economías no pueden hacer frente a los niveles actuales de migración, se debe hacer más para fomentar el desarrollo global, ya que es la única manera de persuadir a los millones de migrantes para que busquen su futuro en casa.
¡Vaya! esto ya lo había recomendado yo, pero qué bueno que lo hace uno de los científicos más importantes de los últimos tiempos y que pertenece a la élite, ojalá que sea escuchado, pero... ese 1% codicioso no parece escuchar más que el tintineo de monedas. Y es que, en serio, algo tan sencillo como ayudar a que las economías florezcan y evitar así la migración, parece algo insólito y desmesurado para el egoísmo rampante en este mundo.
Stephen Hawking cierra su artículo conminando: "Podemos hacerlo, soy un gran optimista... Pero requerirá que las élites, de Londres a Harvard, de Cambridge a Hollywood, aprendan las lecciones del año pasado. Aprender, sobre todo, algo de humildad."
La élite, la élite, esa élite conformada por intelectuales, científicos, "líderes de opinión", artistas, políticos, medios masivos, etc. Pero no pertenece al 1%, algunos son cortesanos, otros simplemente indiferentes... ¿Le importa a la élite el destino de la humanidad? Después de todo, algunos privilegios tienen ellos. Pero no tantos como creen tener. El planeta se acaba para todos, eso es un hecho.
A decir de algunos retrocedimos en casi todos los frentes. Los políticos siguen siendo los eternos corruptos que dividen y vencen, los responsables, incluida la vanguardia tecnológica niega su culpabilidad.
Por otra parte, las redes sociales y la Internet, que idealmente debían difundir la democracia y el conocimiento, se utilizan para engañar, confundir e incluso, sacar a la luz el lado más feo de la humanidad.
Por lo que toca a la tecnología, Vivek Wadhwa dice: "Podemos optar por no comprar los chatbots de inteligencia artificial que Amazon y Google están comercializando, podemos optar por dejar de usar Facebook hasta que deje de suministrarnos noticias falsas y Twitter a menos que destierre a los trolls que hacen mal uso de su plataforma." Wadhwa sugiere un filtro a través del cual analizar el valor de tecnologías avanzadas para la sociedad y la humanidad y lo reduce a tres cuestiones relacionadas con la igualdad, los riesgos y la autonomía:
- ¿La tecnología tiene el potencial de beneficiar a todos por igual?
- ¿Cuáles son los riesgos y las recompensas?
- ¿La tecnología promueve más fuertemente la autonomía o la dependencia?
Parecen criterios interesantes a considerarse cuando nosotros como consumidores tenemos el poder de decisión después de todo.
Más que todo, no debemos confiarnos, debemos tomar la delantera en cuanto al conocimiento y volvernos gestores de nosotros mismos, hacer comunidad y organizarnos, producir lo que podamos y sí, apoyar movimientos y personas en quienes creemos pueden ayudar, si no a cambiar al sistema, al menos a aminorar el desequilibrio social, el sufrimiento de las mayorías y, en esa coyuntura, actuar para transformar de raíz el sistema depredador impuesto ante la ignorancia de las mayorías.
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