Por Jorge G.
Las incapacidades de la oposición y la revolución de las conciencias lograron algo que parecía, estructuralmente, imposible: que el movimiento de regeneración nacional ganara la mayoría legislativa en las elecciones de 2024 además de construir la mayoría calificada necesaria para avanzar en la implementación de las reformas que la 4ta transformación necesita: el imposible Plan C.
Ante la incapacidad de la reacción para reconstruirse en un partido político viable, no les queda más recurso que la mentira y la manipulación para tratar de desprestigiar al movimiento, al partido y al Gobierno de la República.
Así, la frase "abrazos, no balazos" fue convertida en la descripción de la política de gobierno de AMLO para combatir la inseguridad. Lo que era un simple enunciado ideológico fue presentado por la oposición y medios afines como una estrategia que abrazaba a los delincuentes.
Lo que parecía poco probable, la derecha no deja de sorprendernos, es que enloquecieran con el chocolate del bienestar. En este caso no se trata solo de la manipulación y desinformación, queda demostrada la profunda ignorancia sobre México y sus habitantes.
Desde: "la PresidentA anuncia chocolates y no se ocupa de lo importante" y "también tiene azúcar' hasta "lo crearon para beneficiar a los hijos de AMLO", son los "argumentos" para menospreciar esta gran iniciativa.
Pero, ¿qué hay detrás del Chocolate del Bienestar?
- Empleos para los campesinos productores
- Reforestación con especie nativa
- Empleos para la producción del chocolate, distribución y venta.
- Revaloración de la identidad gastronómica de México
- Beneficios a la salud ya que el chocolate con alto contenido de cacao puede disminuir la presión arterial y mejorar la función endotelial, lo cual reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, los daños a la salud por el contenido de azúcar dependen del exceso en su consumo.
Unas de las consecuencias del neoliberalismo fue la imposición de hábitos de consumo ajenos a nuestra cultura y la adulteración llegó al punto que en muchos hogares se "alimenta" a los niños con nesquik o chocolate abuelita, ambas marcas propiedad de la transnacional Nestle.
Existen varias marcas nacionales que ofrecen productos de calidad que merecen ser apoyados y el chocolate del bienestar se suma a la lista, para todos hay espacio y como consumidores nos queda la responsabilidad de elegir de manera informada lo que compramos.
Si a pesar de todo alguien decide libremente, puede seguir consumiendo las marcas conocidas con su exceso de todo, pero se estará privando de la experiencia inigualable de consumir un buen chocolate.
Y sí, a mi me "enloquece" el chocolate, pero lo de la oposición va más allá de la locura...
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