Por Hasardevi
Octubre 24, 2016
“Ya no es necesario que los fines justifiquen los medios. Ahora, los medios, los medios masivos de comunicación, justifican los fines de un sistema de poder que impone sus valores en escala plantearía. El Ministerio de Educación del gobierno mundial está en pocas manos . Nunca tantos habían sido incomunicados por tan pocos” Eduardo Galeano
Con una hábil manipulación de la prensa, pueden hacer que la víctima parezca un criminal y el criminal, la víctima. Malcolm X
El Dr. Edgardo
Buscaglia, quien entre otras cosas es Presidente del Instituto de Acción
Ciudadana en México y cuya experiencia como asesor en reformas judiciales y
combate y prevención del delito organizado y corrupción privada y pública, es
bastante amplia según se puede ver en su curriculum, tiene propuestas interesantes y seguramente su trabajo puede ayudar a
resolver problemas de inseguridad y violencia que se viven en distintas
latitudes. En su cuenta de Twitter suele hacer repetidas críticas a las situaciones de corrupción que
abundan en este país.
Ya sea que se esté o no de acuerdo con todas sus posiciones, las cuales se hacen un tanto borrosas, especialmente cuando sobreviene el tema de la izquierda en México que de por sí
es polémico, su trabajo es respetable.
Difícilmente me dirijo a un político en el entendido que, la mayoría, no todos, son arrogantes y
cortos de ideas. Mentirosos y poco educados pero hipócritas cuando buscan el
favor de la gente. Tratándose de un académico e intelectual, uno espera un poco
de urbanidad, al menos. Dialogar en las redes, especialmente a través de Twitter, no es sencillo, pero la cortesía y
afabilidad, difíciles de encontrar hoy en todas partes, me parece que no hacen daño.
Pocas personas se molestan en responder a la crítica o a una
refutación y no me refiero a interpelaciones groseras ni desde luego agresivas. La gente está en su derecho de no contestar. Algunos reaccionan al
halago pero jamás a la crítica; me refiero a periodistas, académicos, figuras públicas,
políticos, servidores y representantes públicos, etc. a quienes se puede observar ahí, en sus cuentas de Twitter. Algunos responden airadamente
por el atrevimiento de “ciudadanos comunes” a llamar su atención sobre algún
punto discordante. No está de más decir que me refiero a quienes interpelan de
manera educada, mesurada o simplemente no majadera. Los comentarios ofensivos y majaderos no merecen atención, en eso estoy de acuerdo y procuro tampoco prestarles ninguna atención.
Buscaglia hizo comentarios que si bien pueden no ser
dolosos, lo parecen, ya que atacan, éstos sí, la honra y credibilidad de un
dirigente político y más aún de todo un movimiento popular que ha devenido en
partido. Al cuestionarle por tales dichos, intensificó su “crítica”, para al fin
contestar llamando “troles pagados” a quienes hicimos notar que parecía que
estuviera recibiendo “línea” de alguien y que lo que decía era irresponsable
porque debido al ascendente de que goza en las redes podía confundir expresando
esas opiniones como si fueran hechos que le constan.
Escogió ponerse a la defensiva y atacar en lugar de establecer un diálogo.
La soberbia ciega a muchas de estas personas que ejercen el oficio de escribir
o hablar en público y
piensan que nada tienen que explicar, que no tienen
responsabilidad de sus dichos y que tratan sólo con ignorantes (aunque es
verdad que hay muchos, dicho sea de paso). O bien, que pueden mandar a la gente
a “aprender” de ellos, recomendando, por supuesto, “su obra”, y no responden al
punto sobre el cual se ha desatado la controversia.
Desde hace tiempo el ambiente en México está muy enrarecido,
y hoy que los foros en donde se puede expresar la gente se han multiplicado, es
cierto que no se lee ni lo más inteligente, ni lo más educado, ni lo más urbano,
pero creo que alguien suficientemente inteligente sabría distinguir entre un
ataque y una justa indignación que busca interpelar con el derecho que le
asiste a todo mundo a hacerlo sin transgredir las reglas elementales de la
urbanidad.
Más grave es todavía, que un medio en Internet, en este caso
RompevientoTV, pretenda abonar al encono en lugar de al diálogo, haciendo suya
la victimización de Buscaglia, (no es el único, es cierto, hay otros (as) y
peores que él que, en su intolerante soberbia, responsabilizan a los otros, precisamente de lo que ellos hacen: atacar, burlarse, insultar veladamente, etc., para
después victimizarse en las mismas redes y claro, ante los micrófonos que siempre tienen a disposición.
Buscaglia estuvo, él sí, atacando a López Obrador, a Morena,
a John Ackerman y hasta a simpatizantes de morena, como es mi
caso y el de unos compañeros que, sin ser militantes, estamos dispuestos a no
esconder nuestra adherencia y a defender aquello en lo que creemos y por lo que
luchamos que es una verdadera regeneración de la vida social y política en este
país. Sin los fanatismos ideológicos de los que sin respeto se acusa a todo aquel que simpatice con Morena o co AMLO, nos mueve la convicción de que es
indispensable la toma de poder para transformar la vida nacional y elegimos la
vía pacífica, que en este caso es la electoral a la que constitucionalmente tenemos derecho como humanos. Eso no
significa que no atendamos la necesidad de la lucha comunitaria, de una brega
de todos los días en todos los foros, cada cual con nuestro propio trabajo personal y sin recibir
un peso de partido u organización alguna. En nuestro caso, como el de muchos, este activismo es voluntario y no media ni se espera remuneración ni favor alguno.
Por eso resulta indignante que estos medios y estas personas recurran al denuesto abusivo -porque no hay manera de contrarrestarlo en la justa medida, sin conocer la otra versión y se llamen al mismo tiempo “alternativos”.
He visto cómo más de un intelectual, periodista, escritor,
locutor, opinador, etc., reacciona con una gran virulencia si se cuestiona su
punto de vista. Por otra parte, muchos no son capaces de ocultar su fobia hacia
el Lic. López Obrador y la izquierda del Morena. El tema que hoy de nuevo
surge, Marcos y el EZLN, es otro foco que enciende las pasiones en forma más
bien extraña, según he podido observar.
Repetiré aquí lo que expresé en Twitter cuando vi el anuncio
de RompevientoTV sobre la entrevista en “Perspectivas" a Edgardo Buscaglia diciendo:
“hablaremos de los ataques al doctor Buscaglia por parte de integrantes de
Morena”.
Lo anterior coincidió con una serie de asertos de Luis
Hernández Navarro en relación a la “candidatura independiente” de una mujer
indígena anunciada por el EZLN, misma que ha dado lugar al escepticismo de
muchos que cuestionan la falta de congruencia, para no decir más por ahora, de esta organización armada.
¿Sólo es válido para nosotros ser espectadores de lo que la
“élite” periodística, opinadora, intelectual, etc., diga? ¿Sólo podemos
alabarlos pero jamás cuestionar, ni siquiera diferir? ¿No están obligados a dar
explicaciones cuando abiertamente están distorsionando los hechos con sus
dichos? ¿Cualquier interpelación (urbanamente hecha) es un “ataque”?
Si los medios alternativos actúan con soberbia y mentira
(la constante en los medios comerciales), manifiestan mediocridad. Se
constituyen en el “imperio”, entonces, de la comunicación: ¿“La información soy
yo”?
RompevientoTV repite sin matiz alguno: “ataques en contra de
Buscaglia por parte de integrantes de Morena”. ¿Se busca el sensacionalismo
para atraer audiencia?
¿Y la defensa de la audiencia? ¿Qué tal los ataques de
Buscaglia a simpatizantes de Morena por el simple hecho de refutar sus dichos?
Observé también cómo el Coordinador de Opinión de La Jornada
reaccionó virulentamente sólo porque alguien aludió a la “candidatura” del EZLN
como algo hecho con intención de dividir, (a este respecto abundan las pruebas
de la oportunidad con que Marcos ha intervenido en cada elección y los ataques,
esos sí, a la figura de López Obrador y sus simpatizantes). El Sr. Hernández
llamó calumniadora a la persona que lo interpeló y me consta que no actuó con
falta de educación.
Es indignante el poco profesionalismo y nulo tacto para tratar un
tema en los medios que hoy gozan de cierto respeto, en este caso La Jornada y
RompevientoTV. La falta de imparcialidad y respeto a quienes se dirigen significa que siguen el camino inescrupuloso de los "otros" medios y es comenzar a cavar
su tumba, al socavar credibilidad en aras de alabar a sus admirados "intelectuales" y mostrar desprecio por la ciudadanía, mucha de la cual, al menos en las redes, es también su público.
Si los medios, las personas que ahí sirven de vasos
comunicantes (o debieran), piensan que la audiencia es una masa informe, se deshumanizan
y yerran.
Hoy que México está colapsado en todos sentidos, el tejido
social roto, las formas ya probadas no han funcionado para mejorar el estado de
cosas y aún así se insiste en seguir por los mismos caminos: eso significa que
hay una total falta de visión y de empatía.
Por qué no mejor estos medios se convierten en los verdaderos vasos
comunicantes que ayuden a restaurar el diálogo, haciendo a un lado la soberbia
y escuchando también. Porque eso de jugar el papel de víctima ante la réplica
de la gente, no es digno ni profesional. Los únicos límites a la
libertad de expresión deben ser la ética y el respeto.
Los medios y sus hacedores deben dejar de ver a todos por
igual como “legión de imbéciles”, como dijo alguien que quizá se mordió la
lengua. Aun cuando los haya, y muchos, de ambas partes, eso sí.
En todo caso, hay que hacerse la pregunta ¿Cuál es el fin de los medios?
¿Para quién y para qué trabajan? ¿Es la paz su prioridad?
4 comentarios:
Una vez más de manifiesta que los humanos erramos en cualquier momento, es cierto que el EZLN es oportunista, desde luego, pero su "interés humanitario" lo sabe dirigir muy bien la genial impostura.
Soy parte de Morena y admiro al Lic. López Obrador, pero nunca me voy a rebajar ni a caer en el jueguito de leperadas van y vienen, y eso que soy jarocha y no me hago de la boca chiquita.
Trabajaré a favor de mis ideales y cuando pueda rebatiré lo que no sea verdadero, le guste o no a quien sea.
No queda claro lo que trató de decir en este comentario Aurora Marín. Gracias por comentar pero aclaro que ni en éste ni en otro artículo de este blog hay jamás "leperadas", si acaso, las alusiones a las que constantemente hacen muchos con respecto al Lic. López Obrador. Nótese que Aurora escribe "pero" después de decir que es parte de morena y admirar a AMLO cuando se refire a las "leperadas" (¿¡) ¿de quién?. En fin, qué bueno que esté dispuesta a rebatir decentemente, lástima que no se comprenda su redacción y se preste a mal entender su comentario.
Saludos
Hasardevi
29/10/2016
En un momento creí que una virtud de las redes sociales, particularmente tuiter, era la posibilidad de establecer un diálogo directo con personajes que en otra circunstancia aparecían como inaccesibles; democratización de la comunicación. Me equivoqué, el tuiter no es para los grandes personajes más que otro medio de publicidad y lo mismo aplica para personas que para instituciones, incluso las alternativas como una estación de radio que bien conoces. Jamás recibes respuesta a una crítica, si acaso rt a un halago. Entiendo que alguna figuras públicas no puedan contestar todos los mensajes que reciben, es humanamente imposible. Lo que no entiendo es que si uno de esos destacados hombres se toma la molestia de contestar un par de mensajes de un momento a otro interrumpa el debate con argumentos vanos; eso sí recurrirán a otros medios en los que su voz será única para continuar la descalificación de adversarios.
Comparto tu opinión sobre lo peligrosa que es la violencia en cualquier forma y sé que debiera estar ausente en las redes pero a veces me pregunto como puede reaccionar una persona, o grupo, que sistemáticamente ha sido ofendido. Desde 2006 la RCP ha sido objeto de insultos, es difícil mantener la ecuanimidad. Tuiter es una herramienta maravillosa pero cuando una herramienta no se sabe usar se vuelve inútil, si no hasta peligrosa. Sin educación internet es igual que la televisión una cosa idiota.
Jorge G.
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