Hace más de cuatro años, cuando el Gobierno del Distrito Federal (GDF), puso en operación el Metrobus, -el sistema de transporte más innovador y eficiente en los últimos cuarenta años-, en el periódico El Universal se publicó un “reportaje” que más que plagado de imprecisiones, estaba cargado de veneno. Claro que en las primeras semanas, en las cuales por cierto el servicio fue gratuito para que los usuarios lo conocieran, la gran mayoría, -incluyendo a quienes no viajaban en transporte público y que ahora gracias a él han reducido el uso del automóvil-, lo rechazaba porque -como también ocurrió con el proyecto del “2° piso”- ya habían sido previamente “equipados” con un arsenal de basura electrónica y estaban “listos” para denostarlo y golpear al Jefe de Gobierno.
Yo conocía el proyecto desde su origen y esperé la puesta en operación, y aunque es cierto que no me subí el primer día (domingo), sí me subí el primer día hábil, el siguiente lunes, por eso cuando apareció el “reportaje” de El Universal pude desmentir una a una sus mentiras.
Hoy recordé esto porque en una reciente conversación con un amigo, quién como dice el Presidente Legítimo se considera “letrado”; lee y repite lo que dice Jacobo Zabludovsky, Milenio, Reforma, El Universal, canal 40, etc., me decía el clásico: “.. y esas bicicletas de Marcelo que no sirven para nada”. Pero cuando le pregunté: “¿conoces el sistema, sabes en qué consiste?, me respondió que no, pero insistió “.. y esas &$#&”? playas y la pista de hielo” ., ¿para qué sirven.?.”. Pues si no sirven ¿Por qué se ocupan a su máxima capacidad y viene gente hasta de los estados vecinos al D.F. , y tienen tanta demanda. Además son financiadas por las marcas y productos que ahí se venden y que los activos que éstas empresas proporcionan, paulatinamente van pasando a ser propiedad del GDF?.
La cereza en el pastel fue cuando atacó con “El Tranvía del Centro Histórico”. Fue ahí donde trató, -sin darse cuenta, porque subliminalmente así los “entrenan”-, de atacar en donde sabe que más me duele, diciéndome que “..Como iban a destruir las calles del C.H. que tanto nos habían costado, que iban a” destruir Madero y Cinco de Mayo....”. No Pasa por Madero ni por Cinco de Mayo, le dije y la ruta es perimetral para favorecer a los peatones. No existe riesgo de daño a la infraestructura porque la construcción es superficial y en un carril semi-confinado.
Afortunadamente estoy muy enterado de estos proyectos de transporte de la Ciudad y tuve muchos argumentos para rebatir las falsedades que mi amigo repetía como un autómata gobernado por la televisión.
En la misma forma en que aquel “reportaje” de El Universal denostaba al GDF con el proyecto del Metrobus, hoy uno de esos canales de “noticias” se ocupa de desprestigiar el proyecto de transporte individual ECOBICI.
El conductor, que está leyendo lo que le ordenan, con todo de indignación, como si se tratara de algo malo dice:
“…en la Ciudad de México, en los últimos años se han copiado, ¡!imitado!!, muchas de las políticas públicas en ciudades como Paris; por ejemplo las playas públicas, o la Noche de Primavera …//…ahora, viene el uso de la bicicleta”.
La reportera, cuyo apellido “casualmente” es Martín Del Campo en vez de iniciar con antecedentes de este sistema -que es un éxito en las principales ciudades del mundo-, y con el más que obvio propósito de dar la imagen del GDF como si éste actuara en la clandestinidad ante los ciudadanos, entrevista a un transeúnte que no tiene la menor idea de lo que se trata el sistema y sin decirlo pero indudablemente con la intención de reprocharle al GDF que no les haya pedido su opinión o autorización o por lo menos acudido a “suplicarles” que difundieran este proyecto, con tono burlón dice:
“.. las señales de que el nuevo sistema está a punto de empezar, se encuentran por todas partes..”
No obstante que hace una descripción detallada de las características del sistema; infraestructura, cobertura, modo de operación, costo, e incluso imágenes propias del sistema, -entre las cuales deliberadamente y con la intención de promover el rechazo de automovilistas se inserta una de una persona en sentido contrario- tiene la desfachatez de aseverar que: “..!pero!, el resto de los detalles siguen siendo confidenciales”.
En la segunda parte del “reportaje”, con el preámbulo de imágenes de las oficinas de atención al público vacías y con trabajadores sin hacer algo, entrevista a una asesora quien confirma que “los detalles no son secreto” y que hay interés por el proyecto.
La comprensible duda de una persona es aprovechada para “sembrar dudas sobre el proyecto” y con música de película de espionaje termina el “reportaje” diciendo que “..!el Jefe de Gobierno capitalino mantiene este proyecto bajo reserva!!”.
El conductor, confirmando la fecha en que se ya va a inaugurar, sin darse cuenta desmiente a la reportera y confirma que no hay nada secreto no omite despotricar con eso de que “seguramente va a desatar mucha polémica.//.., en Paris funcionó.., después tuvo muchos problemas”.
Con cinismo y deliberadamente minimizando la indudable relevancia de este proyecto, el conductor tiene la “gentileza” de darle el beneficio de la duda con eso de que “…al menos servirá empezar a discutir en la Ciudad que hacer…”
Y aunque reconoce que es una opción de transporte, no le augura éxito, sino que sólo le da la “bienvenida a la discusión pública”.
Esto es sólo una muestra de lo nocivo y peligroso que son estos medios y por razones obvias y salud mental no incluyo aquí el “reportaje”.
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