- El crecimiento de la mano de obra mundial obliga a crear 300 millones de nuevos empleos de aquí al 2.015
- En Sri Lanka, el gobierno ha aprovechado la crisis para bajar el salario mínimo y flexibilizar las condiciones de despido.
La Organización Internacional del Trabajo, agencia tripartita de la ONU que reúne gobiernos, empleadores y trabajadores de los Estados miembros, ha inaugurado su 98º conferencia. En el contexto de la crisis económica, ha decidido hacer oír su voz. De este modo, el director de la Oficina Internacional del Trabajo (BIT), Juan Somavia, ha llamado a los delegados de la conferencia a adoptar un “pacto mundial por el empleo” para superar “la primera crisis sistémica de la economía globalizada”, en opinión del director del BIT. Según sus previsiones, la economía mundial debería crear 300 millones de nuevos empleos de aquí al 2.015, sólo para estar al mismo ritmo que el aumento de la mano de obra. Ahora bien, precisa Juan Somavia, “el curso de los acontecimientos va en dirección contraria” y “se corre el riesgo de que el paro siga aumentando al menos hasta finales de 2.010 o quizá 2.011”. En la zona OCDE, ha subido 2,2 puntos entre abril de 2.008 y 2.009, en el que alcanzará el 7,8%.
En algunos países, los gobiernos utilizan el pretexto de la crisis para reducir los derechos de los trabajadores. El de Sri Lanka, por ejemplo, ha bajado el salario mínimo y flexibilizado las condiciones de despido ; igual en Costa Rica ; en Letonia, los salarios han sido rebajados e incluso en Hungría, la 13ª paga ha sido suprimida. “Los problemas de los trabajadores, las presiones a las que están sometidos, se endurecen debido a la crisis actual”, sintetiza James Howard, director del departamento económico de la Confederación Sindical Internacional (CSI). Sin embargo, “confío, que habrá un pacto pero habrá que ver su impacto real. La crisis constituye una oportunidad y hay que ser ambicioso”
Los sindicatos llaman por tanto a invertir en empleos públicos, a desarrollar la formación, a poner todos los medios para no reducir el poder adquisitivo y a favorecer las inversiones verdes. Anabella Rosemberg, encargada de las cuestiones medioambientales en la CSI, valora por ejemplo, que en Europa, “un aumento del 20 % de la eficiencia energética crearía al menos un millón de empleos, igual sería para los países emergentes y en desarrollo”
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