A dos días de la cumbre internacional que se sostiene en Cannes, reclaman primero justicia social. Frente a ellos, 2000 miembros de las fuerzas del orden.
Resumen y traducción por Hasardevi de Libération
Existe una fuerte vigilancia de la movilización: gendarmes, policía nacional y municipal... en total, 2,000 hombres encargados de supervisar la marcha y de cerrar el camino a posibles infractores.
Los slogans: "G20: tengo hambre", "Un hombre, un techo".
Hay centenas de militantes de la organización Oxfam, llegados de España, de Bélgica, de México, de Gran Bretaña. Ataviados de sombreros a lo "Robin Hood" y de un saco de tela simbolizando la bolsa, reclaman una imposición sobre las transacciones financieras, para un mejor reparto de las riquezas.
"nos da gusto que nuestras ideas de imposición a las transacciones financieras sean tomadas por una gran parte de los responsables políticos europeos, pero eso queda todavía en el discurso", declara a la AFP Aurélie Trouvé, co-presidente de Attac Francia.
El vice-presidente del sindicato coreano KCTU, Jeong Eia-Hun, vino de Seúl y declaró su "oposición de los trabajadores coreanos a las soluciones del G20 frente a la crisis, que dan prioridad a los grupos financieros y nos privan de nuestros empleos y salarios".
"Nosotros decimos que es posible detener la epidemia del sida en países en vías de desarrollo, aplicando la tasa Tobin", explica Marie Suzan, presidente de Ayuda Paca.
La policía detuvo a tres españoles portadores de pernos, piolets, capuchas, máscaras de gas y camisetas con la inscripción "black cross" porque "esto puede hacer pensar que pertenecen a una tendencia de 'black bloques', grupos virulentos de militantes anarquistas o autónomos, según Pierre-Henry Brandet, portavoz del Ministerio del Interior.
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