Por Hasardevi....¡SI, VAMOS! fue el estruendo que se dejó escuchar en el Zócalo de la Ciudad de México este 25 de Julio, cuando el Presidente Legítimo de México Andrés Manuel López Obrador de preguntó al pueblo presente, con él como siempre, si estamos dispuestos a la lucha para la presidencia constitucional de la República en el 2012. De nuevo lleno impresionante, tanto que hubo un momento que casi siento el ahogo en medio de la multitud. Pero, "resistí".
Este domingo 25 de julio de 2010, ha señalado el punto de arranque para una contienda que, todos sabemos, no será fácil, pero quedó de manifiesto que mucho ha cambiado todo en cuatro años: No sólo la gente sigue firme alrededor de AMLO, se ha organizado, y ahí están los comités en toda la república, la gente que una vez más llenó un zócalo con la alegría y espontaneidad característicos a todo acto convocado por el presidente legítimo de México. Los que hablan de "acarreo" y demás tonterías, deberían un día, por pura curiosidad, asistir a alguno de estos actos para sentir de primera mano de qué se trata esto y, comprender que las mentiras de los medios de confusión tienen como blanco seguir manipulando para el beneficio de unos cuantos la realidad del país.
Desde temprano la gente llega animosa, en camiones, desde diversos puntos de la República, con sus propios recursos, sólo para patentizar su adhesión irreversible al proyecto de nación que ha de transformar México desde lo profundo. Pero también hay automóviles en los que familias han hecho su travesía personal para estar con "su" querido presidente. Gente de todas las edades y de diversos estratos socio-económicos se congregan en el corazón de la capital del país. Vemos pasar a académicos como Pérez Gay, nos encontramos en el restaurante con la maestra Ifigenia Martínez, radiante, y luciendo orgullosa su credencial del gobierno legítimo colgando de su cuello. Ya en el mitin, una pareja de la tercera edad con su lunch está al lado nuestro y sus nietas púberes atienden las palabras de López Obrador tras preguntar "¿ya es él abuelita?"...
Tenemos una organización, tenemos un proyecto de nación, tenemos la razón de un anhelo legítimo de justicia y regeneración para todo el pueblo sin distinción: ¡VAMOS!
Este domingo 25 de julio de 2010, ha señalado el punto de arranque para una contienda que, todos sabemos, no será fácil, pero quedó de manifiesto que mucho ha cambiado todo en cuatro años: No sólo la gente sigue firme alrededor de AMLO, se ha organizado, y ahí están los comités en toda la república, la gente que una vez más llenó un zócalo con la alegría y espontaneidad característicos a todo acto convocado por el presidente legítimo de México. Los que hablan de "acarreo" y demás tonterías, deberían un día, por pura curiosidad, asistir a alguno de estos actos para sentir de primera mano de qué se trata esto y, comprender que las mentiras de los medios de confusión tienen como blanco seguir manipulando para el beneficio de unos cuantos la realidad del país.
Desde temprano la gente llega animosa, en camiones, desde diversos puntos de la República, con sus propios recursos, sólo para patentizar su adhesión irreversible al proyecto de nación que ha de transformar México desde lo profundo. Pero también hay automóviles en los que familias han hecho su travesía personal para estar con "su" querido presidente. Gente de todas las edades y de diversos estratos socio-económicos se congregan en el corazón de la capital del país. Vemos pasar a académicos como Pérez Gay, nos encontramos en el restaurante con la maestra Ifigenia Martínez, radiante, y luciendo orgullosa su credencial del gobierno legítimo colgando de su cuello. Ya en el mitin, una pareja de la tercera edad con su lunch está al lado nuestro y sus nietas púberes atienden las palabras de López Obrador tras preguntar "¿ya es él abuelita?"...
Tenemos una organización, tenemos un proyecto de nación, tenemos la razón de un anhelo legítimo de justicia y regeneración para todo el pueblo sin distinción: ¡VAMOS!
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