5/27/2025 03:03:00 p. m.

Los "Acordeones"

 

Estos acordeones no tocan, pero marcan un hito más en la Revolución de las Conciencias

Hasardevi

Mayo 27, 2025

Por Jorge G.

La elección judicial que llevaremos a cabo en la jornada electoral del próximo 1 de junio presentaba grandes desafíos, desde el vacío informativo hasta la excesiva normatividad del INE.

Si bien es cierto que ya en ocasiones previas fueron varias las trampas que hubo de sortear, en esta ocasión hay un desafío sin precedentes. Ante la ausencia de las campañas tradicionales, ausencia deseada en otras circunstancias, quedó en los ciudadanos la responsabilidad de conocer a los candidatos a ocupar un cargo en el poder judicial, desde ministros de la suprema corte de justicia hasta los jueces de distrito.

Aunque la búsqueda de informacion sobre los perfiles de los aspirantes se volvía en ocasiones la búsqueda de la aguja en el pajar, había que dedicarse a ello; pero sólo era el principio. 
Seleccionados los candidatos que cada quien consideró los más aptos, con inherente alto riesgo de equivocarse, había que hacer práctica la información obtenida.

Y apareció para rescatarnos, como en otros momentos de nuestras vidas, el acordeón como medio práctico para llevar la lista de candidatos hasta la casilla de votación sin grandes dificultades.

A días de que empezaron a circular en las redes sociales múltiples acordeones, se multiplicaron también las críticas de unos y otros, de la derecha indigna y la izquierda buenaondita.

Es cierto que surgieron acordeones hechos para confundir a los votantes, colando en ellos a representantes de la derecha o acordeones de famositos hechos para inducir el voto en favor de candidatos que tuvieron el poder de convicción necesario para seducir a los líderes de opinión del siglo XXI, léase youtubers.

Pero también hay acordeones elaborados, en lo individual o en colectivo, por ciudadanos que trabajaron en sus listados con la única intención de seguir contribuyendo a la regeneración nacional.

La derecha -no sorprende- ha descalificado los acordeones insinuando que son producto de los intereses de grupos políticos y, algunos en la izquierda intelectual, no entienden el trabajo colectivo que los acordeones representan y el gran avance que en la construcción de la democracia participativa hemos tenido a partir de estos actos comunitarios.

Seguimos aprendiendo a ejercer la democracia y la elección del poder judicial y los acordeones han sido una gran lección.

Todos a votar el 1 de junio.
5/09/2025 08:05:00 p. m.

Los Guardianes

Por Jorge G.

Mayo 9, 2025


Han transcurrido apenas ocho meses del segundo gobierno de la 4ta transformación, el segundo piso es como lo designó la PresidentA, y no dejan de ocurrir cosas que eran previsibles; la guerra sucia contra el nuevo gobierno no tiene nada que envidiarle a la cual estuvo sometido el presidente López Obrador y su gobierno. Sí existe un añanido, esta nueva etapa de la guerra sucia viene con su enorme dosis de misoginia.

Pero algo que no se esperaba, tal vez no con la enjundia con que se hicieron presentes, es el surgimiento de los guardianes de la pureza.

Y no se trata de menospreciar la importancia de salvaguardar los principios del movimiento pero la actitud que asumen algunos personajes ante decisiones difíciles de entender, hace pensar que su interés es ajeno al buen desempeño de la transformación.

Los guardianes de la pureza ideológica del movimiento y del gobierno, aunque en el gobierno no debería haber pureza ideológica sino honestidad y compromiso con los programas de gobierno, están atentos a cualquier designación de funcionarios públicos que no se ajuste a sus parámetros para llamar, como ya lo hacen desde ahora, al voto de castigo en 2027 por supuestas traiciones al movimiento.

Y aquí no importa si se trata de un cargo en la televisión pública del Estado o en un organismo descentralizado de la Ciudad de México, las descalificaciones, con lenguaje propio de los odiadores, siempre alcanzan a la PresidentA.

Pero mientras los guardianes de la pureza están ocupados cazando chapulines o evidenciando a impresentables, a ras de tierra ocurren situaciones que son más peligrosas para la continuidad de la cuarta transformación; basta salir a las calles y platicar con gente de a pie para darse cuenta de la enorme influencia que tienen todavía los medios de información en amplios sectores de la sociedad.

Es cierto que el pueblo mexicano está muy atento al acontecer político pero si no dispone de los medios necesarios para identificar las noticias falsas y la manipulación informativa, su posición ideológica es muy vulnerable todavía.

"Claudia quiere prohibir la libertad de expresión", "la elección de jueces es una farsa" , "no podemos votar por los que no conocemos" , "van a meter a AMLO a la cárcel", "la pensión es un derecho, no se la debo a nadie", son frases que se pueden escuchar fácilmente en las calles durante estos días.

Es la pobre convicción la que, influida por los medios, representa un mayor riesgo para la transformación, al menos en el plano electoral.

Los beneficiarios de los programas sociales que no han sido alcanzados por la revolución de las conciencias no dudarían en votar otra vez por el pri si les prometen más, parece que han olvidado que nunca les cumplió.

Los guardianes de la ideogia serían mas útiles a la transformación formando sus comités de base o utilizando el alcance de sus redes sociales para ser instrumentos de formación política... Claro, a menos que fueran otros sus intereses.

Y que quede claro que no es en contra de la crítica; es en contra de la crítica visceral y oportunista.
3/20/2025 06:26:00 p. m.

Opinar y/o Comunicar


Yo creo que nos sobran opinadores y nos faltan verdaderos comunicadores.

Por Jorge G

La abundancia de opinadores es consecuencia del fenómeno mediático que representa la figura de Andrés M anuel López Obrador.Algunos se dieron cuenta muy temprano que era redituable hablar de él; con el tiempo, hablar bien se convirtió en buena apuesta y brotaron como hongos los comunicadores afines al movimiento. No descalifico la conversión cuando hubo convencimiento de por medio pero cuando sabemos que algunos no eran sólo detractores sino que fomentaban el odio, hoy no puedo creerles.

Creo que hay algo común en todos los comunicadores: una búsqueda de fama y persecución de "likes" que se transforman en beneficios materiales. A veces me resulta repugnante ver las portadas de muchos medios "alternativos" que no le piden nada a la peor portada del "Alarma".

Y hablando de alternativos e independientes, muchos de los medios que utilizan Internet para la difusión de sus notas. no lo son tanto.
Basta escarbar un poco para enterarse que algunos de ellos tienen en su consejo de administración a "empresarios" priístas.

Otros, se venden como medios "ciudadanos" y para ellos sumaron a su equipo a tuiteros famosillos pero de muy cuestionable capacidad de análisis y comunicación.
Desafortunadamente la experiencia con la Sra. "mártir del periodismo" (Aristegui), no caló lo suficiente y muchos siguen subiendo al pedestal a cualquier comunicador(a) que parezca gracioso o irreverente.
Pero no veo que no utilice la información como mercancía y no nos diga "si te gustó, dale like"

Insisto en lo que he dicho hace mucho, necesitamos ser todos el medio y dejar atrás a los intermediarios.
Urgen medios verdaderamente ciudadanos surgidos desde abajo, sin afanes de lucro y con verdadero espíritu comunitario.
10/25/2024 05:42:00 p. m.

"Solo el pueblo puede salvar al pueblo"

 

Por Jorge G.

Octubre 25, 2024

La formación política impulsada a través de la revolución de las conciencias estaba destinada a provocar, más temprano que tarde, que el pueblo tomara en sus manos las decisiones sobre las políticas públicas de los gobiernos.


En 2018 vimos, contra todo pronóstico, como la irrupción ciudadana en las urnas venció a la oligarquía y ganó la titularidad del poder político de mayor relevancia en nuestros país, la Presidencia de la República.

El primer sexenio del gobierno de la cuarta transformación fue, mañana a mañana, una escuela de civismo, historia y política y para las elecciones de 2024 el Pueblo logró algo que el entramado institucional hacia prácticamente imposible: obtuvo la mayoría Calificada en el Congreso de la Unión para avanzar en las reformas constitucionales necesarias para la consolidación de la 4ta República.

Fue también en 2024 cuando los mexicanos elegimos a la primer presidenta de la República pero más allá de la condición de género, hecho por sí mismo histórico, elegimos la continuidad de un régimen humanista que trabaja por el bienestar de todos los ciudadanos. Contrario a lo que ha sucedido con otros gobiernos progresistas de la región, logramos una continuidad asegurada sin mayores conflictos internos.

Pero el viejo régimen no está del todo liquidado, vive agazapado en las entrañas del Poder Judicial, para nadie era un secreto la corrupción existente en ese poder pero el nivel de putrefacción alcanza niveles inimaginables.

La reforma al poder judicial evidenció el carácter antidemocrático y corrupto de las personas enquistadas en el organismo responsable de la impartición de justicia. La reacción nos ha llevado a enfrentar una de las etapas más peligrosas del golpe blando, el lawfare está en marcha y una jueza intrascendente amenaza con iniciar proceso legal contra la PresidentA.

Sólo el pueblo puede salvar al pueblo, aprendimos.
Parece que ha llegado la hora de salir a las calles a defender nuestra Constitución y en particular el art. 39 que reconoce la Soberanía Popular y el derecho del Pueblo de darse el gobierno que mejor convenga a su bienestar.

El pueblo saldrá a las calles, es de esperar que lo haga acompañado del brazo político del movimiento de regeneración. No habrá poder alguno, ni interno ni externo, que detenga la marcha hacia el futuro de bienestar.

El humanismo mexicano ni se cansa ni se rinde.
8/14/2024 04:37:00 p. m.


Por Jorge G.

Julio, 2024

Muy temprano, prácticamente en los inicios, en el siglo XXI nos percatamos que estaba germinando un proceso de regeneración cuyas semillas fueron sembradas en momentos que no alcanzamos a precisar. Este proceso, que fue llamado revolución de las conciencias, pugnaba por una "purificación" de la vida pública: y si bien de manera casi natural se asoció el concepto a la necesidad de redignificar el quehacer político por la evidente degradación en que se encontraba, la revolución tendría alcances mucho más amplios. Quizá, una de las primeras señales de como habrá de impactar esta revolución en marcha a la vida del pueblo mexicano, haya sido la recuperación, para su divulgación, de la cartilla moral de Alfonso Reyes y su posterior adaptación a nuestra actualidad. 

Conforme a la recuperación de esas normas morales, críticadas por propios y extraños, se habló de una república amorosa; no había nada más revolucionario que hablar de amor en los tiempos de la guerra absurda del usurpador; creyeron que la búsqueda de la utopía nos estaba enloqueciendo. Pero la 4ta revolución ha logrado lo que ninguna de las 3 anteriores: incidir en la conciencia más profunda del pueblo mexicano, no se trata solamente de la conciencia de lo importante que es la participación en la vida pública y el entendimiento de que la política es cosa de todos; se trata de la recuperación de valores perdidos y la reconstrucción del tejido social, afectados si por el neoliberalismo pero seriamente dañados por la normalización de la violencia provocada durante el fecalato. 

La transformación en marcha ya ha logrado el desmantelamiento de antiguas estructuras de dominación del régimen prianista y si bien otras siguen en pie no tardarán en caer. Los responsables de la caída del antiguo régimen fueron los ciudadanos que supieron aprovechar el marco legal instaurado y que es el mismo que anteriormente se utilizó para limitar su derechos. La insurrección ciudadana en la urnas en 2018, y su segundo episodio en 2024, logró resultados que se antojaban imposibles: alcanzar la presidencia en 2018 y la mayoría calificada en el Congreso en 2024.

Este profundo cambio tuvo una de sus más notables expresiones en la elección del, de la, titular del poder ejecutivo. Por primera vez desde hace más de 200 años de vida independiente una mujer lograba llegar al cargo político de mayor importancia de nuestro país, el Pueblo llevó a Claudia Sheinbaum a ser la primer presidente de las naciones de Norteamérica; el atávico machismo mexicano había sido vencido. Por cierto, yo no creo en ese machismo, en algunas regiones de nuestro país y en algunos sectores populares son las mujeres las que toman las decisiones más relevantes dentro del núcleo familiar. No creo que el ascenso de las mujeres al poder politico, no sólo Claudia sino el gabinete integrado por mujeres visibles y "poderosas", pueda explicarse exclusivamente desentrañando las causales históricas. Creo que este momento de la regeneración nos presenta el emerger de una potencia que había sido callada por los siglos de opresión de la cultura occidental judeocristiana. Creo que estamos siendo testigos de un cambio espiritual que coloca a la esencia femenina en una situación de igualdad ante el poder masculino, este nuevo equilibrio será de gran importancia para México, y para el mundo, aunque no podamos evitar el parto doloroso. Es el retorno deTonantzin.

12/14/2023 10:46:00 a. m.

No soy obradorista

Por Jorge G.

Diciembre 11, 2023

Tengo que decirlo, no soy obradorista aunque lo fuí por más de 15 años. 
El día que salí, junto con cientos de miles, a protestar contra la embestida gubernamental y mediática contra un jefe de gobierno del D. F. no era todavía obradorista, o no lo sabía. Debo confesar que tenía mis dudas sobre el personaje pero la campaña para desaforarlo con argumentos increíbles me dijo que algo inédito estaba pasando y me coloqué al lado de la justicia. Tal vez, no sé, me volví obradorista cuando seguía por la radio la sesión en el Congreso de la Unión que daría trámite al desafuero de Andrés Manuel López Obrador. 

O me volví obradorista cuando, junto con otras y otros, montabamos vigilancia afuera de un edificio de departamentos de clase media en Copilco en espera de uno de esos actos de totalitarismo propios del viejo régimen. En alguna marcha, o manifestación ya contagiado del obradorismo alguien, no se quién ni cuando, grito "Es un honor estar con Obrador". Ahí me asumí plena y conscientemente como obradorista. Mucho habría que aprenderle a ese hombre que con su apellido materno nos daba identidad a los que no estábamos conformes y creímos que la lucha para cambiar al país entraba en una nueva fase. Ser obradorista significa, así lo creo, no sólo el apoyo a un hombre en su lucha contra la vieja política. Significaba compartir ideales y esperanzas, creer que su forma de gobernar el Distrito Federal podría ser benéfico si se implementa en todo el país. Significaba estar convencido, sin retórica y sin demagogia, que el Pueblo podía ejercer su soberanía y llegar al poder. Creer que era posible retomar el camino del Estado de bienestar y continuar la revolución interrumpida. Compartir un lema de campaña vuelto política de gobierno "Por el bien de todos, primero los pobres" Y siendo obradorista participe con millones en la elección federal vuelta insurreccion popular en 2018, llevamos a Palacio Nacional a Obrador. 

Es un honor llegar con Obrador. Pero sólo alguien con una conciencia tan grande como la Andrés Manuel alcanza a comprender que la 4ta transformación no puede estar sujeta al pensamiento de un solo hombre y que era necesario nombrar a esta etapa de la historia de nuestro país de una manera inequívoca cuyos ideales contenían lo mejor del zapatismo, del villismo, y del obradorismo. 

Es el humanismo mexicano, esta forma de pensamiento que hunde sus raíces en los más profundo de nuestra historia y se nutre de nuestras culturas ancestrales y nuestra herencia negra y europea. Es el humanismo mexicano el que dirigirá el camino del renacimiento del México y aportará, estoy seguro, importantes propuestas de solución a los problemas del mundo Ya no soy obradorista, sólo soy un simple, y limitado, practicante del humanismo mexicano. 

Sí, fuí Obradorista y siempre fue, y será, un honor estar con Obrador
12/06/2023 05:48:00 p. m.

De la derecha y su concepto de "popular"


Diciembre 6, 2023

 Por Jorge G y Hasardevi

"El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo" 
Abraham Lincoln

La cuarta transformación trajo consigo cambios en la vida pública que nadie, ni siquiera quienes luchamos por ello, pudimos imaginar, la Revolución de las Conciencias involucró a sectores sociales, antes desinteresados en las cuestiones políticas y los llevó a participar en el debate sobre temas de interés público; paradojicamente, los profesionales de la política incapaces de entender a esos sectores, sólo atinan a trivilizar y vulgarizar sus discursos creyendo que "popular" significa vulgaridad y simpleza.

No es fenómeno nuevo la vulgarización de la política, ya lo hizo Fox en 2000 pero ahora en 2023 se ha llegado a niveles, o profundidades, insospechados y así, ante resbalones, incoherencias, victimización y mentiras en su pre campaña, la candidata de la reacción no encuentra nada más filosófico para responder que la sonora frase "la pendejie", cuando no una risilla simplona que acusa el vacío de ideas y contenido de su "propuesta", que nadie sabe a ciencia cierta cuál es porque lo mismo un día copia las de morena o hasta se las adjudica, que en el mismo día las ataca con fiereza. Carente de un proyecto en la "coalición" que la postuló, vía imposición del señor X González, y ante la vergüenza que le produce mencionar a los partidos políticos de esa coalición, desprestigiados de sobra, se inventa una candidatura "ciudadana" que se pretende "popular". Pero es incapaz de guardar el menor respeto a quien la escucha sosteniendo un discurso de cinco minutos sin recurrir a la ordinariez.

El malogrado candidato norteño de la reacción (ésta envuelta en naranja fosforecente, una reacción que se pretende "moderna" pero que arrastra el oscuro pasado de quien detenta la propiedad del mismo y que logró notoriedad y avance gracias a AMLO ya que se alió con los partidos que lo postularon a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México en el 2000), el tiktokero cuya candidatura fue flor de un día, compite en vulgaridad y vacuidad con la señora incapaz de hilar un discurso sin majaderías y basta escucharlo vociferar en sus discursos posteriores a su forzado retorno a la gubernatura para darse cuenta que posee un léxico que ningún borracho de cantina envidiaría.

Uno de los objetivos del humanismo mexicano es la dignificación de la política y lograr que los que a ella se dedican entiendan que el poder tiene sentido cuando se pone al servicio del pueblo; la reacción en cambio, aquí también va en sentido contrario y se empeña en que el ejercicio político parezca cada día más un triste espectáculo decadente, una contienda de leperadas, infundios y mentiras aderezada de lo más soez en el insulto.

Los conservadores, la reacción que no tiene ideas ni propuestas, ni rumbo ni proyecto:  para diferenciarle ahora sólo hay que ver si portan zapatos para adolescentes o hupiles falsos.

En este escenario, cabría esperar que los aspirantes a cargos públicos simpatizantes del movimiento de regeneración nacional, no se confundan y crean que para lograr comunicarse con el pueblo necesitan recurrir al vocabulario propio del cine de ficheras, o de la televisión más chabacana, o pretender "llegar" a los jóvenes mediante recursos baratos que imitan poses de adolescentes.

La simulación y la falta de respeto hacia el pueblo ya no son recursos que éste tolere y no se dejará engañar con discursos populacheros. Toca a quienes se postulen por morena y/o la coalición que apoya al movimiento, poner el debate en un nivel que exalte los valores humanistas y conducirse con civilidad y firmeza, con honestidad personal y congruencia política.

Y es que, lo que está en juego, no es un concurso de "popularidad", simpatía u ocurrencias. No es algo que pueda plagiarse y luego ofrecer que se repone aduciendo "pendejez". Está en juego el destino de una nación que recién comenzó a vislumbrar la luz al final del tunel de corrupción y engaños, de saqueo y vejaciones, de simulación y trastocamiento del lenguaje político.

Un gobierno es popular cuando representa y actúa en favor de las mayorías. Cuando éste emana del pueblo, trabaja por el pueblo y sabe enteramente que se debe al pueblo, que es su empleado y dependiente y "manda obedeciendo".

Quien finge ser popular pero responde a los intereses de grupos, de la oligarquía y de los  intereses extranjeros, es todo lo contrario y representa a las dictaduras capitalistas actuales.



11/28/2023 06:44:00 p. m.

Las pesadillas de la reacción


Noviembre 2023
Por Jorge G.

Después de más de 70 años de dominio de la oligarquía en el gobierno de la república, creyeron que el sistema de dominación conformado por las instituciones de gobierno, los partidos políticos y los medios de desinformación les podría garantizar muchos años más el goce de sus privilegios.

Sin embargo, la oligarquía no pudo, no supo ver, lo que estaba ocurriendo en las capas más olvidadas de la sociedad; se gestaba un verdadero cambio, profundo e irreversible que sería el principio del fin del viejo régimen: la Revolución de las Conciencias.

Así, la peor de las pesadillas de la derecha se hacia realidad un 2 de junio de 2018, el Pueblo se cansó de humillaciones y en una insurreccion ciudadana en las urnas les arrebató uno de los mayores espacios del poder político. Llevó a la titularidad del Ejecutivo a uno de los suyos; uno que no alternaba con los grandes personajes de la política en fastuosas fiestas, uno que no se preocupa por ensuciar sus zapatos y que hablaba uno de los tantos  regionalismos de nuestro país.

Creyeron que inventando falsedades lograrían cambiar la realidad y despertar de su pesadilla; ahora, en 2023, ya solo esperan que acabe el sexenio para que todo vuelva a ser como antes.

Equivocados están otra vez, el triunfo de AMLO no fue una alternancia pactada que pueda revertirse con acuerdos entre las más altas esferas partidarias; el Pueblo ya eligió su camino y la regeneración de la vida pública continuará. Para pesar de la reacción una mujer, universitaria, científica y con historia de lucha estudiantil, atributos todos que la derecha odia, fue la persona designada para coordinar la defensa de la 4ta transformación, será la candidata del movimiento de regeneración a la presidencia de la República y en 2024 se convertirá en la Titular del poder Ejecutivo y la Comandante Supremo de las Fuerzas Amadas.

Por si no fuera grande la pesadilla, la Ciudad de México tendrá como Jefa de Gobierno a otra mujer, universitaria también y forjada en las luchas populares en una de las demarcaciones más olvidadas.

Espero sinceramente que la oposición entienda que no hacen falta más mentiras, deben presentar propuestas y ganarse la confianza de la gente, sólo así saldrán de sus pesadillas y vivirán con nosotros la realidad de la transformación aunque sea, para ellos, una realidad dolorosa.
11/28/2023 02:12:00 p. m.

Meditar sobre la vida, aprender sobre la muerte

 Por Hasardevi

Noviembre, 2023

"El día que la ciencia comience a estudiar los fenómenos no físicos, avanzará más en una década que en todos los siglos anteriores de su existencia".

Nikola Tesla

La filosofía es “una meditación sobre la muerte” decía Sócrates, por su parte Platón consideró que los verdaderos filósofos son los que se dedican a entender la muerte. Y más recientemente, en el siglo XIII el Buda Nichiren, fundador de la escuela de budismo seguida por miembros de la Soka Gakkai Internacional, nos advierte que "primero que nada, aprendamos sobre la muerte, y después sobre otras cosas”.

“La muerte pesa mucho sobre el corazón humano como un recordatorio ineludible de la naturaleza finita de nuestra existencia” dice el filósofo Budista Daisaku Ikeda, quien como humanista, busca ayudar a todas las personas a que comprendan y trasciendan los cuatro sufrimientos de los que habla el Budismo: el sufrimiento  del nacimiento (y de la existencia cotidiana), el de la enfermedad, el del envejecimiento y, finalmente, el de la muerte.


Porque la muerte, indisolublemente ligada a la vida, es realmente, la otra cara de la misma moneda. O dicho más exactamente: otro aspecto de la propia vida.


En efecto, todo filósofo e incluso diría que todo científico que se precie de serlo, no puede ni debe evadir este tema fundamental para la humanidad, porque ahí yace, además, la ligereza con que se vive y el desprecio hacia la vida que parece haber ido incrementándose en todas sus manifestaciones y para muestra he ahí una Tierra que nos dice a gritos !ya basta! y nos pide en su lamento que reconsideremos la forma en que vivimos.


El filósofo budista Daisaku Ikeda alude al tema de la muerte como una cuestión que atañe tanto al filósofo como al científico y, sobre todo, al ser humano común al que afectan las decisiones que ignoran este tema fundamental:


 La civilización moderna ha intentado ignorar la muerte. Hemos desviado nuestra mirada de esta preocupación tan fundamental mientras intentamos llevar la muerte a las sombras. Para muchas personas hoy en día, la muerte es la mera ausencia de vida; es vacuidad; es el vacío. La vida se identifica con todo lo bueno: con el ser, la racionalidad y la luz. Por el contrario, la muerte se percibe como algo malo, como la nada, algo oscuro e irracional. Sólo prevalece la percepción negativa de la muerte.


Humanistas como Elizabeth Kübler Ross, Arthur Schopenhauer, Karl Jung y muchos más, también han mostrado su interés por el tema de la muerte y han dejado interesantes reflexiones al respecto. Kübler Ross, psiquiatra suiza-estadounidense que dedicó gran parte de su vida profesional al estudio de la muerte creía que “La muerte es sólo un paso más hacia la forma de vida en otra frecuencia y el instante de la muerte es una experiencia única, bella, liberadora, que se vive sin temor y sin angustia”. También decía haciendo un símil con la vida que ya no vemos en forma manifiesta, que un barco no deja de existir aun cuando navegue en el océano más allá de los límites de nuestra vista; "la gente del barco no ha desaparecido; simplemente se están mudando a otra orilla".


Regreso de nuevo al humanista Ikeda:


Estamos empezando a comprender que la muerte es más que la ausencia de vida; que la muerte, junto con la vida activa, es necesaria para la formación de un todo más amplio y esencial. Este todo mayor refleja la continuidad más profunda de la vida y la muerte que experimentamos como individuos y expresamos como cultura. Un desafío central para el próximo siglo será establecer una cultura basada en una comprensión de la relación entre la vida y la muerte y de la eternidad esencial de la vida. Semejante actitud no reniega de la muerte, sino que la confronta directamente y la posiciona correctamente dentro del contexto más amplio de la vida.

El budismo habla de una naturaleza intrínseca (a veces traducida como "naturaleza del Dharma") que existe dentro de las profundidades de la realidad fenoménica. Esta naturaleza depende de las condiciones ambientales y responde a ellas, y alterna entre estados de emergencia y latencia. Todos los fenómenos, incluidos la vida y la muerte, pueden verse como elementos dentro del ciclo de emergencia y latencia, o manifestación y retirada.

Los ciclos de vida y muerte pueden compararse con los períodos alternos de sueño y vigilia. Así como el sueño nos prepara para la actividad del día siguiente, la muerte puede verse como un estado en el que descansamos y nos reponemos para una nueva vida. En este sentido, la muerte debe ser reconocida, junto con la vida, como una bendición que hay que apreciar. El Sutra del loto, núcleo del budismo mahayana, afirma que el propósito de la existencia, los ciclos eternos de vida y muerte, es que los seres vivos "disfruten a gusto".  Enseña además que la fe y la práctica sostenidas nos permiten conocer un gozo profundo y duradero tanto en la muerte como en la vida, para igualmente "disfrutar de nuestra tranquilidad" en ambos. Nichiren describe el logro de este estado como "el mayor de todos los gozos". 

El maestro Ikeda cree, con fundamento en el Budismo, que las guerras deben enseñarnos que la solución a éstas no estriba en la reforma de los factores externos, o al menos no sólo eso, sino que el verdadero cambio debe provenir desde dentro del ser humano, de su revolución humana, o toma de consciencia y, desde luego, inspirarse “en una nueva comprensión de la vida y la muerte”.

Un ejemplo del pensamiento de aquéllos que volcaron su mirada hacia el interior para encontrar ahí el sentido de la vida y de la muerte y que, al mismo tiempo, volcaron su vida y su esclarecimiento hacia los demás y, ya fuera que lo supieran o lo intuyeran, eran acordes con lo que ya antes en el Sutra del Loto el Buda  Shakyamuni  enseñó: que la vida es eterna y debe ser gozosa. Esto queda de manifiesto en el pensamiento de Carl Gustav Jung, quien consideraba a la muerte como una meta ya que, evitarla, "es evadir la vida y su propósito". Para Jung la vida es un "segmento de la existencia", pero iba más lejos al decir: "lo que sucede después de la muerte es tan indescriptiblemente glorioso que nuestra imaginación y nuestros sentimientos" no alcanzan para tener al menos una "concepción aproximada".


El filósofo alemán Schopenhauer decía que la muerte es el ingenio inspirador de la filosofía, y citando las escrituras indias afirmó: "Nacimiento y muerte pertenecen por igual a la vida, se contrapesan, forman los dos polos extremos de todas las manifestaciones de la vida.”


El sentido de la muerte se encuentra en la vida misma, decía Albert Camus, porque ser conscientes de la muerte es lo que da sentido a la existencia.


En una celebración, sin embargo, de la vida en su estado manifiesto, y un recordatorio de la inexpugnable muerte, considero muy oportunas las palabras del poeta Charles Bukowski:

 

“Vamos a morir todos, todos, ¡qué circo! Eso por sí solo debería hacer que nos amemos, pero no es así. Estamos aterrorizados y aplastados por las trivialidades, nos devora la nada”.

Nous avons toute la vie pour nous amuserNous avons toute la mort pour nous reposerNous avons toute la vie pour nous amuserNous avons toute la mort pour nous reposer

Georges Moustaki  La philosophie



9/13/2023 09:07:00 p. m.

flor venenosa

 


Mictlaxochitl 

Por Jorge G.

Septiembre, 2023

Una de las expresiones de la naturaleza que más han cautivado a la humanidad es la capacidad de renacimiento del reino vegetal y no particularmente lo que se refiere las flores, preludio de la reproducción. Tan es así, que hemos creado un lenguaje florido para expresar emociones que no pueden ser contenidas por las palabras y con el auxilio de las flores logramos el énfasis necesario, lo mismo para enamorar que para desear buen camino a los que emprendieron la marcha hacia el más allá. "Cultivo una rosa blanca".

 Pero las flores, como la humanidad, contienen la diversidad y a las flores bellas de agradable aroma hay que añadir otras cuya apariencia es extraña y el olor desagradable como por ejemplo la conocida como flor de la carroña. 

Y el mundo indígena tampoco es la excepción, hay individuos indígenas perversos, que mienten, que comprometen el futuro de sus hermanos poniéndose al servicio del opresor. El ser indígena vive en el corazón y cuando ha sido ahogado por la ambición el portar un huipil no lo revive. 

El arribo del humanismo Mexicano a la vida pública hizo caer muchas máscaras, y ejemplos hay muchos; pero otras nuevas son levantadas y en la desbocada y anticipada carrera sucesoria la mascarada no podía faltar. La señora Xóchitl Gálvez se ha puesto una máscara de indígena para ocultar el rostro que olvidó ser indígena para servir a la oligarquía.

 Inicialmente este pensamiento se llamaría tlilxochitl, flor negra, pero en náhuatl, así es nombrada la vainilla: lejos estamos del pensamiento indígena que no asocia, superficialmente, a un color con la maldad. Creo, finalmente, que el título elegido va más acordé con la sujeto que motivó está reflexión: flor venenosa.

6/27/2023 01:42:00 p. m.

Trabajos de Mierda, una teoría de David Graeber

 

Por Hasardevi
Junio 21, 2023

“Una obra que explora de manera brillante el deseo de libertad y la sutil distinción entre poder y sometimiento. El mejor libro de no ficción que leerás este año, pero no se lo digas a tu jefe.” The Globe and Mail



David Graeber llamó “Bullshit Jobs” (Trabajos de Mierda) a los muchos trabajos inútiles que, según su propia investigación, existen, y consignó su esencia perniciosa en un extenso trabajo póstumo del mismo nombre. “A todo aquel que preferiría estar haciendo algo útil”, dedica el también activista social Graeber, su trabajo.

No son propiamente “inútiles” desde ciertos puntos de vista, por eso creo que su designación como Bullshit Jobs sería lo más cercano al sentido que el antropólogo norteamericano les confiere. Hace una distinción clara entre un trabajo “basura” y uno de “mierda” al separar al trabajo falto de sentido con el mal pagado y muy poco valorado; trabajos imprescindibles como la recolección de basura y otros que aportan gran servicio a la comunidad, no son, por ello, “bullshit jobs”.

Su libro partió de una pregunta hecha por Graeber: ¿Su trabajo tiene algún sentido para la sociedad?  
Hay millones de personas: consultores de recursos humanos, coordinadores de comunicación, investigadores de telemarketing, abogados corporativos, etc., cuyos trabajos no aportan nada y, lo peor, sobre todo para ellos, lo saben y, no obstante, están atrapadas en tales trabajos de mierda.

Resulta novedoso el planteamiento de Graeber, aunque ya Keynes y Marcuse lo adelantaron. Muchas de las tareas que se realizan en una economía de “esclavos asalariados” son una forma de empleo tan carente de sentido, tan innecesaria o perniciosa, que ni el propio trabajador puede justificar su existencia, pero se obliga a fingir que no es así porque admitirlo sería más devastador. Además, necesita el dinero. Los beneficios de la productividad de la automatización no han conducido a una semana laboral de 15 horas, como predijo el economista John M Keynes en 1930; por su parte, en 1967 el sociólogo Herbert Marcuse dijo en una conferencia en la Universidad Libre de Berlín titulada El final de la utopía, que había llegado el momento en el que era posible crear una sociedad libre ya que “el desarrollo de las fuerzas productivas, el imparable avance de la automatización”, permitían por primera vez erradicar el hambre y la miseria del mundo y acabarían con el trabajo alienado para dar paso a uno creativo y gozoso, a “una convergencia de trabajo y juego (ocio)”. Por cierto, una parte de esto se ha hecho realidad y sí ha habido una multiplicación de las ganancias, pero… para el 1% de la población mundial. Entre otras cosas también, la no reducción de la jornada laboral se debe a que el neoliberalismo trajo consigo el consumismo y así mucha gente, clase media, sobre todo, opta por trabajar aún más con el fin de satisfacer su deseo de consumo.

 

Estos trabajos “de mierda”, al carecer de propósito se tornan psicológicamente destructivos cuando la autoestima se liga a lo que “se hace” para ganarse la vida, cuando la persona se define precisamente por su trabajo.

Graeber hace una clasificación de esos trabajos que él considera “de mierda”, y llama a algunos, por ejemplo, trabajos chapuza, los cuales realizan determinados empleados para mantener en funcionamiento máquinas viejas y ahorrarle a la empresa la compra de nueva maquinaria. La empresa “da” trabajos mal pagados, y mantiene el status quo al que alude Orwell: “Una población que está ocupada trabajando, aunque sea en tareas totalmente inútiles, no tiene tiempo para hacer mucho más.”

Graber Clasifica de manera general estos trabajos que llama “de mierda”, así:

1.     Lacayos (flunkies), aquellos que sirven para que sus superiores se sientan importantes, por ejemplo, recepcionistas, auxiliares administrativos o porteros.

2.     Esbirros (goons), aquellos que actúan para engañar a otros a nombre de su empleador, por ejemplo, grupos de presión, lobistas, abogados corporativos, especialistas en relaciones públicas o community managers.

3.     Parcheadores (duct tapers), aquellos que solucionan temporalmente problemas que podrían arreglarse permanentemente, por ejemplo, los programadores que reparan código inflado (Code bloat) o el personal de recepción de las aerolíneas que calma a los pasajeros cuyas maletas no llegan.

4.     Los marca-casillas (box tickers), aquellos que crean la apariencia de que se está haciendo algo útil cuando no es así, por ejemplo, los administradores de encuestas, los periodistas de revistas internas, los responsables de cumplimiento de las empresas o los gestores de servicios de calidad.

5.     Capataces o supervisores (taskmasters), aquellos que gestionan -o crean trabajo extra- a quienes no lo necesitan, por ejemplo, los mandos intermedios o los profesionales de dirección.

La lista no se agota aquí, y se pueden combinar ciertas actividades inútiles de ciertos trabajos, o incluso el para “quién” se trabaja. Pero incluso hay trabajos que, si bien reportan utilidad en cierta o gran medida, han sido burocratizados y desnaturalizados de su propósito principal: Graeber menciona por ejemplo a académicos y maestros a quienes se pide realicen informes y papeleo absurdo.

 

El trabajo no es un valor en sí mismo, el valor se da en la medida que contribuye al mejoramiento de todos. Pero nadie parece cuestionarse esta situación: asumen la necesidad de trabajar más y se piensa que sólo eso da sentido y dignifica la vida. Por eso se ve con desprecio a los desempleados, a los que hacen trabajos basura, a los pobres y a quienes reciben ayudas públicas. “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”, reza la condena bíblica, y sin embargo, Aristóteles decía que el trabajo no hace mejores a las persona, al contrario, las envilece pues resta tiempo a sus obligaciones sociales y políticas. El trabajo viene, dice Graeber, a glorificarse como la esencia de la vida después de la revolución industrial, se le adjudica un valor en sí mismo y es “el único productor real de valor”. No obstante, hoy los capitales del mundo hacen creer que ellos son, y no los trabajadores, los generadores de riqueza. El trabajo como fin en sí mismo, valorarse con base en lo mucho que se trabaja, y sufrir por y en el trabajo, para “merecer” vivir.

La parte fundamental de la obra de Graeber, a mi parecer, es su sentido ético-político. Las jornadas de trabajo pueden y deben ser reducidas, los trabajos inútiles contribuyen en gran medida al desperdicio de recursos e incluso avivan el problema de la contaminación ambiental. El ser humano está capacitado para realizar tareas creativas y tiene derecho al ocio; mantener a todo mundo sumergido en trabajos inútiles y sin tiempo para explayarse, ensanchar sus horizontes personales, es la trampa social que los políticos, empresarios y gobiernos abusivos utilizan para sojuzgar al pueblo e impedir su despertar.

Puritanismo: dícese del miedo obsesivo a que alguien, en alguna parte, pueda ser feliz. H. L. MENCKEN (citado por Graeber en su libro).

Transcribo aquí, un párrafo de la obra póstuma de Graeber que encontré particularmente interesante; es una obra extensa y en todo caso, su lectura completa  es muy recomendable.

Si retomamos la distinción entre «valor» y «valores» ofrecida en el capítulo anterior, lo podríamos explicar de la siguiente manera: si solo pretendes llegar a tener mucho dinero, es posible que haya alguna forma de lograrlo; pero si tu objetivo es alcanzar algún otro tipo de valor —ya sea la verdad (periodismo, ámbito académico), la cultura (arte, editoriales), la justicia (activismo, derechos humanos), la caridad, etc.— y que además te paguen bien por ello, a menos que tengas un mínimo de riqueza familiar, contactos sociales o capital cultural ya te puedes ir olvidando del tema. La «élite liberal», por tanto, está formada por quienes han conseguido atrincherarse en puestos en los que es posible que les paguen por hacer algo que desean hacer por razones distintas del propio dinero. Se considera que están intentando, y en muchos casos logrando, convertirse en la nueva nobleza de Estados Unidos —igual que hace la aristocracia de Hollywood: monopolizan el derecho hereditario a todos estos trabajos que permiten vivir bien y además sentir que uno está sirviendo a algún objetivo elevado—, es decir, sentirse como nobles.

6/22/2023 02:25:00 p. m.

Secretaria de Gobernación

  

Junio 20, 2019.

Por Jorge G. 

En nuestro gobierno no se permite la violación de derechos humanos; la autoridad no es cómplice, encubridora y ejecutora de torturas y masacres. 

Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México.

El gobierno dejó de ser el principal violador de los derechos humanos: AMLO

 

En el viejo régimen, la Secretaría de Gobernación fungía en los hechos como vicepresidencia, la Constitución misma otorgaba temporalmente la titularidad del Ejecutivo al secretario de gobernación en caso de ausencia total del presidente.

Así mismo, sirvió como plataforma formativa y de visibilidad para el que sería designado por el dedo elector, hasta que los tecnócratas consideraron que Hacienda proporcionaba mejores cuadros. Así por ejemplo, eran secretarios de gobernación al momento del destape Díaz Ordaz y Echeverría.

A propósito de Echeverría, cómo olvidar el lado más oscuro de la secretaría de gobernación; el control de la disidencia y los medios de informacion, la guerra sucia, la contraguerrilla y las concertacesiones. Evidentemente, en este tema hay mucho que decir y esta nota escrita sobre las rodillas no pretende ser exhaustiva.

Con la llegada al poder del movimiento de regeneración nacional, el cambio habría de tocar inevitablemente a esta dependencia. Andrés Manuel López Obrador declararía que en su gestión, gobernación se transformaría en la secretaría de los derechos humanos. Por supuesto, un cambio tan radical no habría podido ser inmediato y, para empezar, fue necesaria una figura de transición que no generara mucha inquietud en el mundo político; ahí entra, con sus claro oscuros, Olga Sánchez Cordero.

Para el segundo tercio del sexenio, el Presidente necesitaba un hábil negociador político de su confianza y que además, al menos declarativamente, estuviera más cerca de los ideales de la 4ta transformación. Así, Adán releva a Olga.

Con la sucesion adelantada, Adán Augusto López deja el gabinete, la precampaña había iniciado muchos meses antes de la suplencia y sería ingenuo pensar que AMLO no analizó detenidamente cada una de las posibilidades que tenía para designar al secretario de gobernación que concluirá el primer sexenio de la transformación.

En la designación de Luisa María Alcalde existe, así lo creo, la intención de quitar a la dependencia el enorme peso político que tenía en el viejo régimen. Ya no será órgano de control político, escuela para tapados y mucho menos el sótano del poder. 

Se designa a una mujer joven, formada en el obradorismo y ello seguramente conlleva mensajes que aún no alcanzamos a leer.

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