En el video de abajo, notamos que la masiva protesta esta semana contra SOPA y PIPA no debería ser sólo acerca de las restricciones de la libertad de expresión por el gobierno y las corporaciones en la internet.
También es crucial que sea acerca de una resistencia por todos los medios contra la elite y sus tecnócratas para convertir internet en un panóptico de vigilancia que lo abarca todo y una red de control. Contrariamente a la creencia común, la Internet no fue construida para ser un sistema informático conectado a una red diseñada para soportar una guerra nuclear, sino como una red de control y vigilancia. No fue casualidad que la plataforma encontrara su camino en el empleo público.
Además de dominar la información tecnológica y ser instrumento de vigilancia, la Internet es ahora un sistema en forma de arma que será utilizado para quitar de en medio a los enemigos del Estado, como el Pentágono ha dejado muy claro, después de una campaña de propaganda concertada que promociona la amenaza dudosa de ataques cibernéticos sobre la fuente de poder eléctrico y la infraestructura nacional. El sistema no está diseñado para atacar la cueva remota que alberga a terroristas, como el gobierno nos haría creer, sino a aquellos de nosotros señalados como terroristas internos.
Después de la introducción de internet y más específicamente la red global, a principios de los años 1990, los tecnócratas comenzaron a diseñar los aspectos técnicos de una red de control y vigilancia ahora cada vez más incrustada en gran parte de nuestra tecnología cotidiana, desde los "smart phones" (teléfonos inteligentes) que usan GPS para rastrear cada uno de nuestros movimiento, hasta aplicaciones conectadas en nuestro hogar a través de la internet y la televisión con cámaras y micrófonos integrados y sistemas avanzados y otros dispositivos que graban nuestras conversaciones y movimientos de manera subrepticia.
GPS es también un equipamiento estándar en nuestros automóviles. Las llamadas "cajas negras" graban nuestros hábitos de conducción, pronto serán obligatorias bajo pretexto de recavar información en investigaciones de accidentes automovilísticos.
Otras herramientas de vigilancia incluyen los llamados "medidores inteligentes" en nuestras casas que monitorean el uso de la electricidad y proveen estos datos no sólo al gobierno sino que se entregarán o venderán a un vasto número de terceros con propósitos comerciales.
Como ya se ha hecho notar antes, Google ha suprimido en repetidas ocasiones videos inaceptables para el gobierno desde su servicio de YouTube y ha borrado metódicamente sitios de noticias alternativas de Google News. Como un ejemplo más de cómo las nuevas tecnologías facilitan un proceso de vacío en la memoria en donde la información puede desaparecer sin advertencia, consideremos la supresión arbitraria de compra de libros de Amazon en el dispositivo de los clientes de Kindle. (Significativamente el libro en cuestión fue el clásico de Orwell 1984).
De la tecnología lectora de las placas de los autos hasta las etiquetas de radio frecuencia integradas en la ropa hasta ofertas para tener centros de fusión que rastrean y remontan nuestro correo electrónico (la Agencia Nacional de Seguridad ha hecho esto durante años), la vigilancia del estado está ya aquí y creciendo a una alarmante velocidad. Rápidamente entramos en el mundo retratado en el Informe de Minoría (Minority Report, la película) donde una serie de dispositivos supervisa y vigila cada movimiento nuestro.
En Marzo de 2011, Mike Adams describió un plan por el Departamento de Seguridad Nacional "para extender una nueva ola de tecnología de vigilancia móvil en las estaciones de trenes, estadios y en las calles. Estas nuevas tecnologías rastrearán los movimientos de los ojos, capturarán y grabarán las dimensiones faciales para el procesamiento de reconocimiento de rostros, someterán a rayos X para mirar bajo las ropas y aún imaginar el cuerpo desnudo utilizando imágenes infra-rojas".
Todos los esfuerzos del gobierno y las corporaciones para tornar el mundo en un panóptico de alta tecnología, literalmente, una prisión en donde los internos son continuamente vigilados sin su conocimiento o su consentimiento, están rápidamente envolviéndonos. Internet está a la vanguardia de esos insidiosos esfuerzos.
No intentamos desestimar esfuerzos que son plausibles para impedir que SOPA Y PIPA se conviertan en leyes. Sin embargo, debemos darnos cuenta que la batalla para mantener y restaurar nuestra libertad se parece al juego de ajedrez tridimensional de Spock (personaje de "Viaje a las Estrellas").
El juego está en acción en múltiples niveles. Debemos asegurarnos que la tecnología que consentimos en utilizar no se convierta en un arma o se emplee para rastrear cada uno de nuestros movimientos. Al mismo tiempo, es fundamental que trabajemos para restaurar derechos de los que el gobierno nos ha despojado bajo el pretexto de salvarnos no sólo del fantasma del terrorismo sino también, del efecto bancario, el azote de las drogas y otros peligros inventados como el calentamiento global artificial.
La gran guerra en internet ha comenzado. Es nuestra responsabilidad enfrentarla cada uno decididamente y no permitir a los controladores desviarnos del camino. Debemos comprender que la batalla para derrotar SOPA Y PIPA es parte de una lucha más grande, más integral para oponerse a la tiranía en todas las formas, no simplemente en el Congreso donde los esfuerzos más obvios aparecen con teatrales fanfarrias de los medios de comunicación.
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