l'Humanité POLITIQUE - le 16 Janvier 2012
Traducido por Hasardevi
El candidato del Frente de izquierda a la elección presidencial Jean-Luc Mélenchon, movilizó a más de 300 militantes el domingo por la tarde frente a la sede parisina de Standard and Poors, y les pidió enviarle "un triple cero" a las agencias calificadoras, entre los vítores de los presentes.
"Un triple cero para Moody y para Standard & Poors", lanzó a los militantes que blandían banderas del Frente de Izquierda y entonaban La Internacional en la muy elegante calle Courcelles (8° Distrito) de París. "Nosotros haremos que se vayan de Francia las Agencias financieras como otros han hecho partir a los Ben Ali y a los Moubarak," declaró a la prensa Jean-Luc Mélenchon, dos días después de que Standard and Poors hizo perder a Francia la triple A.
"Hace tres días que el Frente de Izquierda se manifiesta aquí. No tenemos respeto alguno por las agencias calificadoras y venimos a mostrarles nuestro desprecio. Nosotros no nos postraremos como el resto de los dirigentes políticos frente a esta banda de irresponsables de Standard and Poors", dijo Jean-Luc Mélenchon. "Resistencia a los que quieren degradar a la Francia". "¡Standard & Poors, agencia de buitres!" (en francés: "Standard &Poors, agence de vautours !", lo cual hace rima. N.T.) coreaban los presentes.
El Frente de Izquierda lanzó un nuevo llamado para este lunes por la tarde.
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Triple Trampa: ¡nosotros escojamos al pueblo!
Declaración de Patrick Le Hyaric, director de l'Humanité y diputado del Parlamento europeo, vice-presidente del grupo GUE/NGL, acerca de la pérdida de la Triple A francesa.
Los mercados desenfundaron la espada. Una de sus agencias mercenarias, Standard & Poors decidió degradar la nota de Francia. ¿A qué juegan las agencias calificadoras, estas oficinas privadas ligadas del todo al mundo de los bancos y de los negocios? ¿Qué evento de los últimos días justifica esta degradación hoy? ¡Ninguno!
Al momento en que se acelera la campaña por la elección presidencial en Francia, los mercados fuerzan las puertas para entrar en los debates y poder matarlos mejor. No contentos de haber obtenido la destrucción del retiro a los 60 años, la RGPP (revisión general de políticas públicas), los planes de austeridad, probablemente muy pronto la TVA (el IVA) social que sería un tercer plan de austeridad, hábil manera de hacer que los pobres subvencionen a los empleadores, aprietan hoy la tuerca que mantiene a todos los candidatos (a la presidencial) -a excepción del Frente de Izquierda- en la dirección que ellos desean: la de la austeridad para los de recursos más modestos. No es sólo la economía francesa a la que atacan, sino también a la democracia. Recordemos las diatribas de los ministros y del presidente de la República, la salvaguarda de la triple A era su pretexto para el rigor.
¿Qué resta ahora? Y la agencia tiene el cuidado de precisar que Alemania sí conserva la máxima calificación, este país que se muestra como ejemplo del mejor alumno de la clase. Todo ello para exaltar el miedo de los franceses, para paralizarlos y aceptar la salida que quieren que tomen: más impuestos, acabar de destruir los servicios públicos, desmantelamiento de la seguridad social. La taza de interés a la que le prestan los mercados a Francia para refinanciar su deuda va a aumentar enriqueciendo a los bancos y asfixiándonos un poco más. Esto no hace sino reforzar la convicción de que hay que obligar al Banco Central Europeo a prestar directamente a los Estados, gratuitamente o casi, para liberar al pueblo de los dictados de los mercados.
Hago un llamado a los franceses, los más modestos, aquellos que sufren de la austeridad a oponer a estas intimidaciones la más firme resistencia y a permanecer vigilantes. Estamos obligados a escoger entre el pueblo y las finanzas. Entre el trabajo y el capital. ¡Escojamos al pueblo!
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