Cerca de mi trabajo hay un señor que desde hace muchos años recorre las calles y las fondas tocando el cilindro. Lo acompañan sus hijos, una adolescente y un niño como de diez años a quienes conozco desde que eran muy pequeños. Siempre me ha conmovido la forma en que ayudan a su padre, mientras él toca, ellos recorren las fondas pidiendo colaboración. También siempre me ha preocupado que por tener la necesidad de ayudar a su padre en el trabajo no vayan a la escuela.
Dejé un tiempo de ir por esa zona porque estuve yendo a comer a otros sitios más lejanos y cuando regresé, estando comiendo en una fonda los vi llegar a la acera de enfrente. Ahí estaban, como siempre al lado de su padre y poniéndose de acuerdo para recorrer las fondas y cafés cercanos, mientras él colocaba el mástil de su cilindro en un hueco del piso para empezar a tocar.
Cuando el niño entró a la fonda donde yo comía, me saludo alegremente y dijo:
-Hooooola señor, ¿Cómo está?
Muy bien, gracias ¿y tú?
-Bien, pero hace mucho que no lo veía.
Sí, es que no había venido por aquí.
¿Y estas yendo a la escuela?
-Sí, ¡ya pasé a cuarto, con ocho de promedio!.
Qué bien, ¿y tu hermana, también va a la escuela?
-Sí, pero ella ya va a entrar a la prepa!!
¿Sí?, qué bueno, ¿y ya hizo el examen, a qué prepa va a entrar?
-Pues a la de “López Obrador”, …nosotros somos pobres, señor.
Ah, que bien, esa es muy buena escuela y también hay Universidad, dile a tu hermana que la felicito.
-Hasta luego señor.
Por el bien de todos, sigamos apoyando a AMLO!!
1 comentarios:
¡Qué bonita noticia! Refleja también otra realidad que se vive en nuestro país. El trabajo que el presidente legítimo claro que tiene frutos aunque en los medios masivos se le niegue todo lugar.
Gracias por compartirla.
Publicar un comentario