Por Hasardevi
Octubre 24, 2018
“Emigrar es siempre desmantelar el centro del mundo, y mudarnos a uno de sus fragmentos, a uno solo y desorientado”.
John Berger
¿A quién beneficia la caravana de migrantes?
Para Trump la caravana de 7,000 migrantes
hondureños significa un alivio y hasta una bendición, justo en la víspera de
las elecciones intermedias. Por lo tanto, continúa la explotación de su
discurso xenófobo y sale en defensa de las fronteras de “América”.
Para los migrantes significa huir del terror del
narco y de la represión política, y por supuesto del mal generalizado en el
mundo gracias a las políticas neoliberales: la violencia, la miseria y la extrema
pobreza.
Ante la caída de los republicanos en la preferencia
de los votantes, el muro, la defensa en contra del migrante “invasor” y demás
parapetos inventados como “organizaciones izquierdistas hondureñas financiadas
por Venezuela que buscan desafiar la soberanía estadunidense” resultaron a la
medida para un iracundo Trump. 2020 no está tan lejos…Y el cambio prometido por
el presidente a las clases medias blancas de los EEUU no parece haber llegado
En medio de la cruel realidad de la globalización
capitalista y sus recortes financieros que han sido buenos para los ricos y
nada halagüeños para las clases más desfavorecidas, el discurso racista de
Trump permite distraer a sus posibles votantes de aquello que realmente está en
juego para ellos.
Lo que Trump llama “el ataque” a su país, se extiende hasta
México en la cólera del presidente; “en esta caravana hay gente muy mala”,
alerta Trump, incluso dice que “gente del Medio Oriente se esconde” entre los
migrantes que atraviesan en caravana la República Mexicana.
¿Por qué los hondureños abandonan su país?
Los hondureños dejan su país (de 9 millones de
habitantes) debido a los estragos que viven en su pequeño pero caótico Honduras;
56 homicidios por cada 100,000 personas: el estado más violento del mundo; y
según el Banco Mundial, 7 de cada 10 hondureños viven en la pobreza. Además,
tanto Honduras como El Salvador y Guatemala sufren el azote e impunidad del
crimen organizado.
Honduras tampoco ha escapado a la política golpista
de América Latina y los estragos del golpe a Zelaya en 2009 están a la vista:
gobiernos títere, asesinatos como el de la activista del medio ambiente, la indígena
Berta Cáceres en marzo de 2016 (hay que recordar que según Global Witness,
Honduras es el país más peligroso del mundo para el activismo ambiental con más
asesinados hasta la fecha por oponerse a proyectos de represas), mismo que
sigue impune.
“Los Estados Unidos tienen cierta responsabilidad
por la situación: al deportar a cientos de jóvenes pandilleros de California a
sus países de origen, exportaron la violencia para la que estas frágiles democracias
no estaban preparadas” (F.X. Gomez, de Libération). Pero además, la
exsecretaria del Departamento de Estado del gobierno de los Estados Unidos,
Hillary Clinton, influyó en su momento para que Manuel Zelaya pudiera regresar
a la presidencia de Honduras, según su confesión en el libro “Decisiones
Difíciles”, Clinton dijo que había “hablado con sus homólogos de todo el
hemisferio, incluida Patricia Espinosa de México, para organizar rápidamente
elecciones y hacer irrelevante la cuestión de Zelaya”.
Por supuesto no son sólo estos hechos documentados
los que forman parte de la gran responsabilidad histórica que los EEUU tienen
en todo cuanto atañe a América Latina.
En Honduras, la corrupción, el desprecio por los
derechos de las comunidades indígenas y los activistas ambientales, son otras de
las razones para que las poblaciones locales
desconfíen de las “instituciones” y solo pueden vislumbrar un futuro en
la inmigración.
¿Por qué una caravana?
Viajar en una caravana de varios cientos de
personas supervisada por activistas o miembros de la policía, hace posible
alguna seguridad durante el viaje. Las ONG pueden proporcionar transporte o
alojamiento, y la cobertura mediática de la acción permite que se acerquen
voluntarios con ayuda como ropa, agua y alimentos.
La mayoría de las veces, los migrantes se mueven
solos o en grupos pequeños, lo que los convierte en presas fáciles para las
organizaciones criminales, que los secuestran (se exige el rescate de los
familiares en los Estados Unidos). Los hombres a veces se ven obligados a
trabajar para un cartel, las mujeres son a menudo violadas u obligadas a
prostituirse. Para aterrorizar a los inmigrantes ilegales, las mafias
participan en masacres en masa, como la de San Fernando (estado de Tamaulipas);
ahí se exhumó una fosa común de 72 cadáveres de migrantes en agosto de 2010. El
cartel de los Zetas había salvado a un solo miembro del grupo, un ecuatoriano,
para que sirviera de testigo.
¿Quién está detrás de esta movilización?
Identificados por un chaleco verde, en la caravana
estas personas se encargan de indicar la dirección correcta y de detener la
caminata en caso de algún problema. Los chalecos verdes aconsejan a los
caminantes que no aborden los autobuses propuestos por las autoridades
mexicanas, por temor a que los regresen por Guatemala.
Desde 2010, el movimiento Pueblos sin fronteras
(PSF, Pueblos sin Fronteras), creado en los Estados Unidos, organiza tales
caravanas, originalmente llamadas Viacrucis Migrante (Vía migratoria de la
Cruz). La directora de PSF Centroamérica, Irene Mujica, está presente en esta procesión.
La caravana de marzo de 2018, partió de Tapachula (sur de México), tenía 1,500
personas y ya había provocado la ira de Donald Trump. Finalmente, a principios
de mayo, 228 manifestantes pudieron ingresar a los Estados Unidos y solicitar
asilo.
El papel de México
Tradicional país de emigración, México es
aparentemente en este episodio sólo un lugar de tránsito. La agenda política es
vergonzosa para las autoridades comandadas por el presidente Enrique Peña
Nieto, ya que contrariamente a las afirmaciones de Trump, los oficiales de
policía mexicanos intentaron evitar el cruce de la frontera con Guatemala el
fin de semana pasado, incluidos los gases lacrimógenos esparcidos a pesar de la
presencia de muchos niños en la caravana. Pero ya no pudieron oponerse al flujo
de migrantes que atravesaban el río Suchiate.
En territorio mexicano la policía federal acompaña
a la caravana sin obstaculizar su paso, y un helicóptero sobrevuela casi de
forma permanente. Los funcionarios sugieren que los refugiados permanezcan en
el país mediante la presentación de solicitudes de asilo.
A pesar de que Donald Trump trata de exacerbar los
ánimos con sus historias de invasión, la realidad es que actualmente los cruces
ilegales entre México y los Estados Unidos son los más bajos desde 1971.
No hay tal “crisis” transfronteriza, pues según las
cifras del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., los cruces
fronterizos ilegales entre México y Estados Unidos están en su nivel más bajo
desde 1971, son grupos de gente común que quiere buscar asilo político,
especialmente debido a la represión en Honduras, sin embargo, según una
encuesta nacional del Centro de Investigación Pew, realizada entre fines de
septiembre y principios de octubre, la inmigración se considera el "primer
problema del país" por los votantes republicanos en EEUU. Donald Trump lo
sabe bien, ya que hizo de la lucha contra la inmigración ilegal el eslogan de
su campaña victoriosa en 2016.
En realidad, los migrantes hondureños representan una caída en los flujos migratorios norteamericanos. En general, a pesar de las alarmas de los conservadores estadunidenses acerca del “asalto” migratorio que sufren, la tasa de migrantes a los EEUU sigue siendo igual a la de los años noventa.
"Se está haciendo todo para prevenir el asalto
de extranjeros ilegales en nuestra frontera sur. Las personas primero deben
solicitar asilo en México y, si no lo hacen, Estados Unidos los rechazará
", advirtió Donald Trump en Twitter el domingo 21 de octubre.
La realidad migratoria en los Estados Unidos de
Norte América
Esta caravana de migrantes ampliamente difundida por
el presidente estadounidense y la prensa conservadora, representa solo una
parte muy pequeña de la migración legal o ilegal que llega a través del
Atlántico. Sólo en 2016, 1.18 millones de migrantes han ingresado legalmente a
los Estados Unidos, para una población total de alrededor de 325 millones, o
sea el 0.36% de la población.
La inmigración ilegal es por
definición, difícil de medir, pero los estudios realizados por el Pew Research
Center estiman que en 2007 hubo un pico de 12.2 millones de inmigrantes
indocumentados. Desde entonces, esta cifra ha descendido a 11.1 Millones, con
muy pocas entradas nuevas en el territorio. Los mexicanos representarían algo
más de la mitad de esta población estimada.
Por lo que toca a la
inmigración legal, las estadísticas se remontan a 1820 y se mantienen en
niveles muy bajos en comparación con los del siglo XIX e incluso de principios
del siglo XX.
La mayor migración detectada en los EEUU proviene
de Asia
El presidente Trump ha hecho una campaña sobre los
"peligros" de la inmigración sudamericana o centroamericana, la cual
sin embargo, representa sólo una fracción de la inmigración, aproximadamente un
tercio de todas las entradas legales en el país. Lo mismo ocurre con la
inmigración africana, que representa 1.5 millones de ingresos en dieciocho
años, un promedio de 86,700 personas por año desde 1999, fecha a partir de la
cual la administración de EEUU tiene cifras detalladas.
Es Asia quien ocupa el primer lugar, con 6.8
millones de admisiones a los Estados Unidos. En la vanguardia de los países
asiáticos está China con 1.2 millones de inmigrantes en diecisiete años;
seguido por India con 1.1 millones y Filipinas con 989,000 personas. Es de
notarse también que México, con 2.9 millones de inmigrantes legales, está
clasificado en América Central en las estadísticas de EE. UU., siendo que los
geógrafos lo ubican en América del Norte.
(Fuentes: Libération, l´Humanité, Le Monde, TeleSur)
A continuación un poema escrito por un migrante anónimo...
Si tú supieras
Si tú supieras lo difícil que es caminar por este sendero
estar lejos de mi patria y de mi gente amada
no me perseguirías, me abrazarías y en mi llanto me acompañarías.
Si tú supieras
lo difícil que es sentirse solo mientras duermes en las vías
me dirías: lo siento mucho estoy contigo, seré tu amigo,
soy un solitario y para ti un extraño.
Tengo derecho de luchar por mi vida donde quiera porque al igual que tu
soy un ser humano.
Si Dios nos dijo: ámense como hermanos, que entre ustedes no exista división.
Si tú supieras de mí…
Si pudiera, cambiaría las fronteras y fuéramos libres para cruzar.
(Firmado: Junior)