Por
Hasardevi
21 de Junio 2017
Los medios de comunicación, y especialmente la televisión, son administrados por la subcultura, por personas sin cultura. Y como las comunicaciones son un formidable instrumento de autopromoción comunican obsesivamente y sin descanso que tenemos que comunicar- han sido suficientes pocas décadas para crear el "pensamiento insípido", un clima cultural de confusión mental y crecientes ejércitos de nulos mentales.
Giovanni Sartori
Lo más importante en la comunicación es escuchar lo que no
se dice.
Peter Drucker
Tres artículos (de los muchos que se escriben tomando el
nombre de López Obrador y Morena) leídos en esta semana me obligan a hacer las
siguientes puntualizaciones:
1. Sobre las elecciones en el Estado de México y de
la autoría del investigador del ColMex Sergio Aguayo, La Peje-sonrisa. Aquí,
Aguayo da un punto de vista que comparto cuando se refiere al triunfo de Morena
y AMLO en las pasadas elecciones del Estado de México en donde, pese al
elaborado fraude de antes, durante y después de la elección, Morena arrasó con
un éxito inusitado para muchos, esperado por quienes conocemos el trabajo y
dedicación que en el Movimiento existen.
Se equivoca Aguayo, cuando dice que AMLO
calcula su triunfo en el 2018 sacrificando el del Estado de México pues rechaza
el premio de la rifa del tigre. Sin embargo, tanto Morena, la Maestra Delfina y
el propio López Obrador, con la experiencia adquirida, apuestan por una forma
creativa de hacer las cosas y desde luego, no al desgaste de una lucha que es
larga, ardua y solitaria; ya que no se cuenta sino con los propios recursos y
se tiene a medios y personeros del sistema en contra.
Es muy cierta la desesperada estulticia con
que el PRI se conduce, lo burdo de su fraude ante la mirada de propios y
extraños. No es cierto que Morena temiera gobernar un Estado en desgracia como
el de México. Se ha demostrado tanto por parte de AMLO como de la gente que
está en Morena, que no obstante prensa en contra, corrupción añeja, recortes
presupuestales, y demás plagas, se puede gobernar y bien, cuando hay voluntad
política. Por lo demás, puntual análisis del Investigador sobre trampas de las “instituciones”
electorales.
2. Ernesto
Villanueva de Proceso, disfraza –mal- su aversión en contra de AMLO y Morena.
En su artículo, que comienza mencionando de
paso las elecciones en que morena arrasó, sin que le merezca decirlo y aludiendo
a la honradez y buenas intenciones de López Obrador en su afán por gobernar a
México. Dice que, las encuestas coinciden en que el elegido para gobernar este
país es López Obrador, pero según él y sin decir por qué, lo niega: “no es el
caso” ataja lapidariamente.
Se refiere a la poco avanzada sociedad
mexicana –sin mencionar el grotesco fraude del cual es y ha sido víctima. Pero
sobre todo, deposita arteramente en la persona de López Obrador, toda la
responsabilidad para “fallar” en llegar a la presidencia según admonición del
propio autor de este artículo. No es sólo su punto de vista, aclara, “sus
alumnos” analizaron el asunto.
Y he aquí que con 3 –tres- 3 repentinas entrevistas,
él y “sus alumnos” coinciden concluyendo en el fracaso estrepitoso de AMLO,
porque:
a)
Es mal orador, no obstante la cantidad de
discursos que pueden ser consultados para comprobar lo contrario. Pero sería lo
menos importante, habida cuenta de las excelencias en oratoria a través de la
historia que han dejado prueba de una inconcebible maldad.
b)
Según ellos, no lee (aunque ha escrito 17 libros
hasta la fecha)
c)
No es lengua rápida, como sí lo son muchos
habladores mentirosos e ignorantes que conforman el espectro de políticos en
este país, y baste recordar a quien hoy gobierna, que no brilla ni por su
oratoria, ni por su sapiencia, ni cultura, ni… nada. Claro, nunca está en “ambientes
no-controlados”. Los medios le entrevistan a modo, como a la mayoría de los
políticos gobernantes.
d)
La falta de “auto-contención” de que lo acusa,
no la ve (será porque son sus colegas) en aquellos quienes lo entrevistan: son
majaderos, insidiosos, cuando no simplemente mañosos y mustios. Y no, no es “inverosímil”
la posición de denuesto contra AMLO y Morena por parte de la mayoría de los
entrevistadores. El hecho de que Aristegui tenga entre su audiencia a gente que
simpatiza (no necesariamente “comulga”) con López Obrador, no exime a ésta de
sus filias y fobias.
e)
Villanueva afirma que AMLO muestra su “impericia
jurídica” porque Aristegui insistía tercamente en el tema del “castigo a
culpables” en el contexto de la consabida pregunta de si Andrés Manuel
Presidente metería a la cárcel a diestra y siniestra, incluido el actual
presidente espurio. López Obrador dijo algo mucho más importante e interesante:
Habrá división de poderes como no la hay hoy, dijo. Se respetarán las
instituciones y se aplicará la ley. ¿Eso es impericia jurídica? Tal vez el Sr.
Villanueva lo que quería es que López Obrador se pusiera a explicarle el
Artículo 108 constitucional a la periodista, la situación jurídica de los expresidentes
y demás pormenores que atañen no a la ley, sino a la costumbre mexicana en esa
materia de la que se conoce el resultado: la impunidad; mientras éste se
encontraba en carretera al habla en un teléfono celular y con otros asuntos qué
atender en esos momentos en que, no se olvide, él –de forma improvisada- le
concedió una entrevista afablemente a Aristegui quien, según dijo, lo había
estado buscando mucho.
f)
El punto es que han hecho escarnio de una supuesta
“amnistía anticipada” y que quieren a como dé lugar hacer que AMLO se presente
como un furioso inquisidor, un gobernante que en su momento será vindicativo y violento.
Eso, por supuesto, tampoco lo abonarían en su favor pero cuánto les daría de
qué hablar y engordar su teoría del “peligro”.
Pero nada más alejado de la realidad. Ha dicho contundente que se
APLICARÁ la ley y se RESPETARÁN las instituciones. Para estos “periodistas” eso
no es suficiente. Que revisen entonces su concepto de gobernar en la legalidad
y la ética.
g)
Según él, José Cárdenas no es un “mal periodista”,
lo contrario sería bueno, y no, no lo es. La misma gente que atiende el
periodismo de Aristegui, repudia el de Cárdenas por obvias razones. Y Cárdenas
no “formuló una pregunta” en aras del “interés público”; hizo una grosera
afirmación, mostrando no sólo su falta de profesionalismo sino incluso de
empatía hacia una persona que acababa de ser agredida en un mitin sin razón
alguna. Ante eso, AMLO se defendió, y la verdad, no lo hizo sino tratando de
hacer sentir al “periodista” que se pusiera en sus zapatos cuando alguien hace
afirmaciones infamantes como las que Cárdenas hizo.
h)
No se refiere a la abyecta forma de hacer “periodismo”
de Ciro Gómez Leyva, sino a su “mala relación con Andrés Manuel”. Y según
Villanueva, AMLO “no fue capaz de hilar…” Miente. Los múltiples actos de
corrupción de Peña son ampliamente conocidos, al parecer sólo sus cortesanos
como Gómez Leyva los ignoran. Si AMLO se negó a repetir la retahíla en una estulta y
pésima “entrevista” de ese individuo, eso no significa que no “sepa hilar”.
Ya que Villanueva los conoce tan bien como él mismo apunta en su “artículo”,
debería compartirlos con su colega.
i)
En el colmo de la ignominia para López Obrador,
para Morena y para simpatizantes incluso, compara a Arturo Núñez, traidor a la
verdadera izquierda, tránsfuga y farsante, con el propio AMLO. Un abismo entre
ambas personalidades, en efecto, y muy mal ejemplo de buen político, lo cual
habla de los estándares de Villanueva…
j)
La máscara de “análisis objetivo” de este
"periodista" se cae por completo cuando, sin mencionarlo, hace alusión grotesca al
más trillado de los ataques a AMLO y al Movimiento de Regeneración Nacional: “El
peligro para México del ‘mesías tropical’”. Insiste en la insidia de llamar
imbéciles a los que simpatizan con AMLO, a quienes trabajan por un cambio en
México al denostarles refiriéndose a un movimiento que conglomera científicos,
artistas, intelectuales, gente del campo, del magisterio, obreros, etc., etc.,
como a una sarta de mansos seguidores de una especie de “religión”.
k)
El Sr. Villanueva no “sabe” nada. Insulta a aquellos
que no comprende en absoluto, a quienes se han esforzado y se esfuerzan por
llevar al poder a un compañero-dirigente que ha cumplido la divisa: no mentir,
no robar, no traicionar. Dudo que Villanueva entienda de esto, es una cuestión
de honor.
Por otra parte, quizá sí haya algunos en las filas de morena que se
agazapan esperando un cargo: no durarán, caerán irremediablemente. Además, AMLO
también ha prometido la revocación de mandato y ésta será para todo cargo.
l)
Quién sabe que entienda Villanueva por prácticas
“democráticas”, lo que es seguro es que desconoce los estatutos de Morena, y jamás,
ha estado en los actos de sus congresos.
m)
La última parte de su soflamero artículo es
retórica barata ya que lo que menos importa al autor es un cambio democrático o
el justo interés de la gente, del pueblo. Su intención es dañina.
No estamos “extraviados” como nos pinta este articulista, él sí perdido
en la creencia de que hay otra izquierda en los partidos paleros y pactistas
como el PRD; los simpatizantes de AMLO y morena tenemos clara la vía: una lucha
pacífica sin tregua, que involucra la organización, la suma de voluntades a
través de la cultura y la solidaridad, por el cambio de régimen en este país,
con un gobierno patriota y honesto que sepa convocar como el de Andrés Manuel
López Obrador.
3 3. Por último, también de la revista proceso, su
autor Jesús Cantú, y la insistencia en llamar eufemísticamente a una “unidad de
izquierdas” cuando ha quedado demostrado que ya en este país el único
movimiento con un pensamiento, con un ideario bien ubicado a la izquierda, no
sólo en el dicho, sino en los hechos, es morena.
No obstante, es interesante su anáisis de
los votos que brindan las coaliciones: Morena tuvo en el Estado de México más votos
que el PRI, pero sus partidos paleros le proveyeron a éste de algunos. No es
que así haya podido ganar a Morena; el fraude ha quedado probado y documentado
a pesar de la marrullería de IEEM e INE a quienes la historia habrá de juzgar…
y el gobierno de López Obrador disolver. En 2018, por cierto, no deberán ser
los árbitros, será necesario acudir a instancias internacionales para evitar
nuevamente el fraude de Estado auspiciado por mercenarios al frente de "sus instituciones”.
En un mundo ideal, con partidos y políticos
en esos partidos que se autonombran de izquierda, especialmente el PRD, que no
buscasen sólo enriquecerse del erario, una alianza tendría sentido. Morena Va,
ya veremos si los otros partidos están o no a la altura de la circunstancia nacionales o el PRD insiste en su obscena alianza con PAN e incluso el PRI. El
autor del artículo parece ignorar deliberadamente las declaraciones de ese
pequeño abyecto del PRD que dijo “hasta con el PRI, con tal de impedir que
llegue AMLO”. ¿Esa es la izquierda a la que alude?