En Morena no hay lugar para vendettas
Por Hasardevi
Agosto 24, 2016
En México la sed de justicia,
el repudio contra la impunidad es anhelo de aquellos que no se conforman con
el estado de cosas que impera, mismo que los poderes cínicamente tratan de justificar
y los medios corruptos ocultan y distorsionan.
Lo menos que esperamos al triunfo de un gobierno legítimo y
de regeneración nacional es, desde luego, que se note la voluntad de cambio
verdadero en los actos de gobierno; para muchos, esto implica que haya justicia
y que los culpables de la debacle nacional, del saqueo al país, autores
intelectuales de asesinatos y desapariciones, corruptos implicados en delitos e incluso, coludidos con el narcotráfico y un amplio etcétera, sean señalados, enjuiciados y
puestos tras las rejas.
Pero, ¿es esa la prioridad?
Creo que de eso se trata la declaración de López Obrador en
relación a una “amnistía anticipada”.
La lectura seria, desapasionada, de lo expresado por este
político, debe ser desde varios ángulos. Es claro que hay un mensaje político
aquí, como lo hubo el día de la manifestación en apoyo a los maestros de la
Coordinadora Nacional y habló de la transición pacífica que Peña debía hacer, emplazándolo a los cambios profundos en su gabinete.
El foro al cual fue invitado AMLO, uno en el que también
participó gente como Salinas de Gortari en Acapulco, no es organizado por
casualidad. Empresarios nacionales y extranjeros quieren escuchar y saber a qué
atenerse cuando de sus negocios se trata. ¿Es este un país "estable”? ¿lo será
llegado el caso del triunfo de una izquierda como morena? No se trata de
simular, ni de mentir, pero sí de dejar en claro que no se pretende gobernar en
un polvorín, mucho menos crearlo…
Hay también un llamado a la militancia de morena, a sus
simpatizantes, a enfocarse en lo fundamental, a hacer honor a lo que desde hace
años se ha postulado por este movimiento-partido: una república amorosa, es
decir, no hay cabida para rencores, cacería de brujas, ensañamiento, en una
palabra: vendettas.
Todo eso, es lo que no cabe en morena. Las palabras de López Obrador fueron claras: "no podemos
empantanarnos" en eso.
Se comprende la airada reacción, aunque excesiva, de
Alvaro Delgado cuando la palabra amnistía apareció en su discurso. Incluso tiene razón en que el tema es debatible. Pero no es
central.
Sobre todo, llamar cómplice a López Obrador, es ir demasiado
lejos, está fuera de lugar y es dar tela de donde cortar a los medios corruptos siempre ávidos de la
menor oportunidad para destrozar a morena y a su líder.
Serenidad, dice AMLO; hoy como nunca esto es imprescindible
si queremos seguir en este camino tan difícil que estamos
transitando: el del pacifismo, la vía electoral, la movilización ciudadana, la revolución de las conciencias.
Personalmente no creo en el perdón a quien por su parte ni
lo pide ni cree que debe pedirlo, ni lo merece. Olvido menos. Pero el rencor y
deseo de venganza son desgastantes, requieren demasiada energía y ésta merece ser puesta al servicio de la reconstrucción del país. Justicia sí. Buscarla y aplicarla en la
medida de lo posible, claro que sí. No obstante, no olvidemos que no será fácil
pues los corruptos borran sus huellas y siempre tienen chivos expiatorios para
salir del paso. Sus recursos son ilimitados pues sus redes de complicidad son
tantas que no es fácil hacerlos caer.
Tomando en cuenta eso, desde luego buscar se termine con la
impunidad es prioridad del gobierno de López Obrador. Así lo ha dicho, escrito y prometido repetidamente.
De todos modos, cuando sea presidente de la República, él
mismo renunciará a los fueros que hoy hacen intocable la figura presidencial,
así lo ha manifestado también. Nosotros le exigiremos la transparencia que hoy
ni medios ni “autoridades” -aquí sí bien entrecomilladas- le exigen a la mafia
en el poder actualmente. Es nuestro deber estar vigilantes de que se cumpla con
las expectativas que morena ha creado, y no permitir que la corrupción se
enquiste como lo hizo en el PRD.
Es nuestro deber actuar con madurez y serenidad,
con ética y sabiduría.
Por su parte, López Obrador en reciente entrevista ante el reclamo de que contestaba "evasivamente" diciendo que él consultaría a la gente (con relación al matrimonio entre homosexuales), reiteró: Ante la duda, ante el desacuerdo, la consulta al pueblo es lo que procede. Y así será en todos los casos en su gobierno: plebiscito, referéndum, revocación de mandato, todo aquello que involucra una democracia participativa.
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En los procesos revolucionarios a través de las armas, difícilmente se deja, no ya libres de cárcel o de castigo. No se puede dejar viva a la élite que ha de regresar por sus fueros en cualquier momento. En los procesos pacíficos, la situación es bien distinta. Hay ejemplos en la Historia: Mandela, quien arriba al poder mediante una transición pacífica auspiciada por el gobierno de DeKlerk.
(continuará)