Una Jornada
Histórica de México para el Mundo
Por Hasardevi
Octubre 29, 2018
Lo que un hombre piensa de sí mismo, esto es lo que determina
su destino.Henry David Thoreau
La democracia se ha convertido en un instrumento de dominio
del poder económico y no tiene ninguna capacidad de controlar los abusos de
este poder. José Saramago
Parafraseando a
Russeau: el pueblo no debe renunciar a su soberanía conformándose con ser “representado”,
debe ejercer su soberanía participando activamente. En la democracia participativa, el ciudadano asume un rol protagónico, activo y
propositivo dentro de la política, tanto a nivel comunitario, como
regional y nacional.
¿Cuántas veces
los ciudadanos mexicanos han sido consultados para la toma de decisiones por
algún Presidente de la República?
¿Es esto lo que
trastornó a la clase mediática, oligarcas de todas las medidas y gente manipulada
e ignorante?
O, es el hecho
de que a pesar de sus amenazas y consignas una parte responsable de la
ciudadanía asistió a ejercer su derecho e inaugurar así la democracia participativa.
Sin duda los
medios han cumplido con su tarea de manipular la mente de un sector de la
población y lograron hacerle repetir el coro de tonterías que abjuran de la
democracia, desprecian el derecho a ser consultado y endiosan al sector
financiero por encima de toda lógica y razón. Pero no bastó para derrotar la
consciencia de muchos.
No obstante la
importancia que reviste la decisión de no seguir adelante con un monstruo depredador
en todos sentidos, sospechoso de corrupción e impuesto desde el poder de
anteriores gobiernos, que encarna la construcción del Nuevo Aeropuerto
Internacional de la ciudad de México, lo más relevante es, primero, el
ejercicio de democracia participativa llevado a cabo por ciudadanos sin
importar el sentido de su voto: su participación en sí es un acto liberador y
comprometido a la vez. Voz y voluntad de los ciudadanos son tomados en cuenta y
éstos no pueden simplemente esperar a ver las consecuencias de las decisiones
que se toman desde el poder para posteriormente criticar y quejarse: toman parte activa en la
responsabilidad y su participación es un dique a la corrupción. No ejercer el
derecho a hacerse escuchar, deviene en corrupción del propio ciudadano ya que evade su responsabilidad de estar informado y de vigilar las decisiones que le
afectan. No es un camino fácil, pero es el correcto. Se deja de pensar como
súbdito y se faculta la presencia soberana como ciudadano.
Y segundo, pero
no menos importante, el pronunciamiento de soberanía nacional manifestado por
el presidente electo López Obrador: “Imagínense estar supeditados a mercados
financieros, ¿quién manda, (acaso) no es el pueblo, no son los ciudadanos”? Encuentro
en esta declaración el sello del gobierno democrático de López Obrador:
Soberanía Nacional y Democracia Participativa. No más dependencia de la
especulación financiera ni de los negocios multimillonarios; el gobierno
federal asume su responsabilidad frente al pueblo que responde a la convocatoria
en la toma de decisiones.
La libertad de una democracia no está a salvo si la gente tolera el crecimiento del poder en manos privadas hasta el punto de que se convierte en algo más fuerte que el propio estado democrático. Eso, en esencia, es el fascismo: la propiedad del estado por parte de un individuo, de un grupo, o de cualquier otro que controle el poder privado.Franklin D. Roosvelt
Una vergüenza ciertas expresiones en el sentido de apelar a los grandes capitales para
“revertir” la decisión ciudadana respecto a la consulta sobre los dos proyectos
de aeropuerto porque muestran una cultura de la sumisión. Es una pena también que
algunos mexicanos/as, consideren trágico impedir, por medios democráticos, que
se siga depredando el medio ambiente, que se respete el hábitat de animales y humanos
y, por contras, se apoyen las decisiones autoritarias y los intereses de los grandes
“inversionistas”.
Al respecto, el
presidente electo tocó la médula al recomendar a funcionarios corruptos y
contratistas habituados a esa corrupción: “Un proceso de readaptación mental”. Creo
que esta “readaptación” debe hacerla también aquel sector de la población que
se ha habituado a la “servidumbre voluntaria” negándose a sí misma el derecho a
estar informada de manera veraz y a expresarse con plena libertad.
El Lic. López Obrador
reiteró lo siguiente durante la conferencia de prensa en la que se anunció el resultado de
la consulta y se informó de los pasos que se darán con respecto a la resolución
del problema de la insuficiencia del aeropuerto: “no se privilegiarán intereses
personales ni de grupo y habrá una frontera entre poder económico y el poder
político”, dijo contundente y añadió: “Mi gobierno es para todos, no está al
servicio de una minoría… debemos crear el hábito democrático… cuando hay
democracia no hay corrupción”. “Volvimos a dar el ejemplo a nivel mundial”.
Dijo López Obrador con respecto a la participación ciudadana. Así fue.
Una reflexión
final: es preciso habilitar aeropuertos y vuelos en cada Estado de la República
para evitar la sobrecarga en aeropuertos de la ciudad de México; que no haya
necesidad constante de tomar vuelos internacionales desde esa sede, ayudaría
también.
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