Translated (de l'Humanité) vendredi 30 octobre 2009, par
¡El planeta está en pleno big-bang !
Si desde marzo de 2007 a marzo de 2009, el dólar, el yen, el yuan chino han vuelto a subir en relación al euro, la libra esterlina ha perdido alrededor del 20% de su valor, el won coreano el 17%, la libra turca el 16%. Varias monedas el Este europeo se han hundido : el rublo ruso ha retrocedido el 23%, el zloty polonés más del 30%, el florín húngaro el 17%. ¿Cómo se explica este follón ? Las salidas masivas de capitales occidentales colocados en los países emergentes han provocado la caída de sus monedas. En Europa del Este, esta huida ha tenido un efecto catastrófico, una parte de los préstamos concertados habían sido hechos en divisas, la bajada de las monedas locales ha provocado una subida estrepitosa del coste de la deuda y ahoga las economías. Para hacer frente a esta situación, Turquía, Polonia y México han requerido el concurso del FMI después de Rumania, Islandia, Ucrania, Hungría, Bosnia y Pakistán. Brasil, Indonesia y África del Sur y Corea del Sur podrían ser los siguientes. Así pues hay fila delante de la ventanilla del señor Strauss-Khan (Director Gerente del FMI)
Al parecer, todo el mundo, a partir de este momento solicitarà la ayuda del FMI alegremente, pues definitivamente éste tendría rostro humano. Recordamos que la reputación de ave de rapiña del FMI está ligada a las condiciones que impone a los países demandantes de ayuda : ajustes de las tasas de cambio, eliminación del control de precios, adopción de presupuestos austeros, privatización de servicios públicos… Con la crisis, los principales socios capitalistas del FMI han decidido triplicar sus recursos. Al mismo tiempo, la dirección del Fondo ha anunciado una remodelación de los préstamos. A partir de ahora una línea de crédito va a ser reservada “a los países cuyos fundamentos sean muy sólidos y que hayan mostrado que eran capaces de poner en marcha firmes políticas económicas”. Estos países, México, Turquía, por ejemplo, ya no serán obligados al respeto de objetivos como en casos anteriores.
Pero esta mansedumbre se debe únicamente al hecho de que estos países ya ponen en práctica las políticas públicas neoliberales deseadas. De hecho, se facilita el acceso a los recursos del Fondo para determinados países indispensables para la actividades de las multinacionales de los países más poderosos- es el caso de México para los Estados Unidos- pero, para otros, países con grandes dificultades, no habrá cambios fundamentales. Hungría esta obligada a reducir drásticamente su gasto público, bajar los salarios de los funcionarios públicos, bloquear las pensiones, suprimir muchas ayudas a las familias. Rumania debe hacer otro tanto.
El verdadero cambio necesario sería transformar las condiciones que impone del FMI, reorientarlo al desarrollo del empleo y de las personas, cambiar la moneda de intervención, el dólar, substituirla por una moneda común mundial no depredadora, anular eventualmente las deudas anteriores de los países con dificultades, desarrollar nuevos créditos con tasas de interés cercanas a cero, incluso negativas.