Por Hasardevi
Diciembre 9, 2020
“El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza”. Leonardo Da Vinci
“Si hay magia en este planeta, está contenida en el agua”. Loran Eisely
"Olvidamos que el ciclo del agua y el ciclo de la vida son uno mismo".
Jacques Y. Cousteau
“El Agua es un Caos Sensible”. Novalis
"El agua comienza cotizar en el mercado de futuros de Wall Street"
Cada vez que el mercado toca algo, lo destroza. Hoy se pretende, tras varios intentos por privatizar de manera definitiva y global el agua, es decir, poner bajo la explotación y administración del sector privado bienes propiedad de la humanidad, ponerle un precio, especular con su valor como si fuera producto o creación de algunos lo que siempre ha estado ahí; más aún, se conculca un derecho humano sin perseguir otro fin que no sea el de la ganancia, fin cuyo móvil es simplemente la codicia. No obedece dicha tasación a un genuino interés en el cuidado de tal bien, no persigue que se inculque la necesidad de atesorarle por el bien común; es, como siempre ha sido, el anhelo de apropiarse de lo que a todos pertenece para lucrar de manera grotesca e inhumana.
No se exagera si se advierte que esto es especular con la vida misma de todos los seres y su derecho a existir.
La trampa, como siempre, es la falacia utilizada para manipular incautos: se dice que si el agua ha comenzado a cotizar en el mercado de futuros de materias primas, es debido a la escasez de este bien, cuyo precio fluctuará ahora como lo hacen el petróleo y el oro. Porque con la mayor escasez de este bien, afirman los "expertos", la llegada al mercado de materias primas permitirá una mejor gestión del riesgo futuro vinculado a este bien.(1)
Aunque se dice que “estos contratos no requieren la entrega física del agua y son puramente financieros”, nada garantiza el abuso que implica una tal especulación financiera. El siguiente paso, ¿será el aire?
La disyuntiva, el agua como derecho humano, o como todo lo demás hoy en día: una mercancía susceptible de apropiarse por unos cuantos para venderla al que pueda pagarla.
En el libro de Vandana Shiva, Las guerras del agua, se hace un análisis histórico del deterioro de los derechos comunitarios sobre el agua. Shiva estudió el comercio internacional del agua, la construcción de presas, la minería y la acuicultura, y expuso en su obra la destrucción de la tierra y el despojo hacia los pobres del mundo sobre un bien común precioso. Vandana Shiva revela en su libro cuántos de los conflictos más importantes, con frecuencia camuflados como guerras étnicas o religiosas, tales como el conflicto entre israelíes y palestinos, en realidad son conflictos por el dominio de recursos naturales tan vitales como escasos. En su libro, Shiva hace encomio del papel espiritual y tradicional del agua en las comunidades a lo largo de la historia y advierte al mundo acerca de que la privatización de este bien único, el agua, pone en riesgo culturas y estilos de vida en todo el orbe.
Al puñado de corporaciones que buscan adueñarse del principal sustento de vida, el agua, lo apoyan instituciones como El Banco Mundial, La Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional y los gobiernos del G-7. La autora de Las Guerras del Agua sostiene que “negarles el acceso al agua a los pobres al privatizar su distribución o el contaminar manantiales y ríos, también es terrorismo”. Un estilo de vida de 20 por ciento de la población de la Tierra que utiliza el 80 por ciento de los recursos del planeta, despojará a 80 por ciento de su población de su parte justa de recursos y a la larga destruirá al planeta. No podemos sobrevivir como especie si se privilegia y protege la avaricia y si la economía de la avaricia fija las reglas de cómo vivir y morir.(2)
En el libro se asienta que no es con soluciones de mercado como se resolverán los problemas de la contaminación y sobreexplotación de recursos, sino con soluciones políticas y ecológicas.
A la luz de esta obra, y de las realidades que se imponen en el mundo, queda claro que no es especulando financieramente con la vida como vamos a evitar el colapso global, antes bien éste se precipitará. Escuchar la voz del pueblo se hace indispensable. Escuchar la voz que palpita dentro del planeta y que visionarios, filósofos y poetas han sabido percibir, debe ser el punto de partida para detener el desastre y saludar una nueva era de democracia humanista.
Lo inmóvil nace del movimiento
El agua actúa sin cesar sobre la Tierra
Es el elemento esencial de lo viviente,
el órgano sensorial de la tierra frente al cosmos…
Sangre de la Tierra
Renuncia a toda forma propia
Es elemento plástico
Aquello que vive en el pensamiento es la vida etérica del agua
y aquello que vive en el seno del agua es la sabiduría del universo
Como dice Novalis es un “Caos Sensible”
Theodor Schwenk
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1) /es/el-agua-comienza-a-cotizar-en-el-mercado-de-futuros-de-wall-street-en-medio-del-temor-a-su-escasez/a-55871572 https://www.dw.com
2) Juan Palma Vargas, UNAM.