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La Cuarta Transformación debe Consolidarse

Por Hasardevi

Octubre 24, 2025 

La crisis de México no se originó por falta de recursos, sino por la corrupción.

Andrés Manuel López Obrador

La Cuarta Transformación debe consolidarse. Como una de las cuatro importantes transformaciones que configuraron a nuestra nación, este proceso histórico debe estar marcado por la madurez política del pueblo de México que ha sido quien, a convocatoria de un gran humanista y estadista, se vuelca en una revolución que moviliza las conciencias y desplaza a las fuerzas más retrógadas de México, dando la espalda a las mentiras que le advertían contra un gran "peligro" para México, cerrando la puerta a políticos/as y medios corruptos que le despreciaron siempre y que siguen haciéndolo en la forma más descarnada. Pero siempre hay formas de derribar la puerta... por la "buena", con engaños, o por la mala, con violencia.

Las etapas históricas que marcan cambios trascendentales en la historia de un país han surgido de manera espontánea o al menos no han sido vistas como tales sino pasado el tiempo, cuando la historia juzga y analiza los cambios. Esta Cuarta Transformación, a diferencia de las tres primeras, es anunciada por su impulsor e inspirador. Impulsor porque es quien la enuncia e inspirador porque infunde en el pueblo la convicción de lograrla. 

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que su gobierno marcaría el fin de la larga noche del neoliberalismo y de la corrupción que sumieron a México en una profunda y dolorosa crisis, para establecer el bienestar y la justicia social. Y en ello trabajó durante los 5 años 9 meses de su gobierno, pero lo hizo bajo un plan claramente delineado que llevó a cabo puntualmente a pesar de la pandemina de la que aún se viven secuelas económicas y de todo tipo.

AMLO estableció el combate a la corrupción como causa raíz, porque la crisis de México no era solo económica sino que se originó principalmente por la corrupción pública y privada que predominó durante el período neoliberal. Así, su objetivos fueron convertir la honestidad y la fraternidad en una forma de vida y de gobierno, es decir, fin de los privilegios fiscales, el combate al "huachicoleo" (robo de combustible) y la austeridad republicana, fueron los "enemigos" a combatir.

El presidente López Obrador ha sostenido que el modelo neoliberal falló al favorecer a una minoría (la oligarquía) y al aplicar políticas que generaron pobreza y desigualdad. Por ello, se trazó el objetivo de implementar un Estado de Bienestar mediante la austeridad y el combate al derroche gubernamental. La consigna: No puede haber gobierno rico con pueblo pobre.

En lugar de concentrarse en el crecimiento del PIB, centró los esfuerzos de su gobierno en dar prioridad a los pobres haciendo del Humanismo Mexicano su eje rector, de tal forma que el enfoque económico y social debía regirse por el humanismo y la justicia social invirtiendo la pirámide de prioridades.

El objetivo primordial entonces de la 4T es Por el bien de todos, primero los pobres. Esto se ha materializado a través de la elevación del salario mínimo y la implementación de programas sociales directos, establecidos en la Constitución, como la pensión para adultos mayores, pensión para personas discapacitadas y las becas para estudiantes, entre otros muchos programas. El resultado más visible y contundente: 13.8 millones de mexicanos salieron de la pobreza.

Otro de los objetivos anunciados y llevados a la práctica por AMLO fue la recuperación de la Soberanía Nacional: el neoliberalismo había entregado activos estratégicos de la nación a intereses privados y extranjeros (la estructura social del país estaba prácticamente desmantelada y el pacto social estaba roto), mismos que los gobiernos de la 4T han ido recuperando a través de las reformas a la constitución y medidas como el rescate de PEMEX, compra y construcción de refinerías, etc. Porque entre los objetivos también estaba recuperar la autosuficiencia energética y alimentaria; esto también incluía el fortalecimiento de empresas estatales como PEMEX y CFE, y la inversión en grandes proyectos de infraestructura que se llevaron a cabo durante su mandato contra el viento de las críticas y la marea de amparos judiciales.

En resumen, para AMLO, la Cuarta Transformación significa un cambio de régimen pacífico que busca refundar el Estado mexicano al desterrar la corrupción (en este régimen se combate de arriba hacia abajo y no hay impunidad), poner fin al modelo neoliberal y usar los recursos públicos para garantizar la justicia y el bienestar social (otro hecho fehaciente realizado por la 4T), siguiendo el espíritu de los héroes y las causas de las tres transformaciones históricas anteriores (humanismo mexicano).

Así como la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana cambiaron profundamente la estructura política, económica y social del país, así también la cuarta transformación busca remover las estructuras viejas y podridas de la política, cambiar de raíz la economía y sus prioridades, y construir una sociedad verdaderamente democrática, participativa y solidaria todo ello enfocado desde el Humanismo Mexicano. Por todo esto y la evidencia de la efectividad de las acciones tomadas por el gobierno de López Obrador, el cambio de régimen anunciado es un hecho y la cuarta transformación está en vías de su consolidación.

El proceso de la 4T está en desarrollo, y este segundo piso busca avanzar en este Proyecto de Nación, de ahí la gran importancia de comprender bien que, en el  proceso, enfrentamos a poderosas fuerzas vivas, poderes fácticos que no se resignan a perder sus privilegios, que utilizarán todas sus artimañas y las bajezas que se requieran para impedir el avance y consolidación de esta 4T. De todo esto se trata cuando se habla de que estamos haciendo historia, se es protagonista de este cambio histórico en la medida en que se cobra conciencia de ello y se actúa en consecuencia. De otra suerte, se es simplemente arrastrado por la corriente.

Hacia la utopía se camina siempre, quedarse inactivo es sucumbir, es ser rebasado por esos poderes que están lejos de desaparecer: falta mucho por hacer y nos corresponde a todos aportar a esta Transformación. Por cierto, la revolución de conciencias es un ejercicio constante, un paradigma ético que nos debe acompañar en este trayecto.

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