15 octubre 2009
Aplausos a rabiar y sonrisas complacientes (imagino porque no lo ví, pero escuché los serviles vítores al pequeño fürer), el tono solemne del impostor en la silla presidencial de una gran nación venida a menos por... ¿qué?
Un júbilo como si se estuviera defendiendo el patrimonio nacional de acechanzas extranjeras, como si se recuperase un tesoro nacional en manos ajenas... lo opuesto totalmente.
El orgulloso rey chiquititito, lacayos y patrones de éste todos juntos, con Azcárraga a la cabeza, celebran batiendo palmas de pie y por más de un minuto, dejar a alrededor de 50,000 trabajadores en la calle, a familias en el desamparo en plena crisis, a la ciudad de México y al país entero con un déficit de empleos mayor aún del ya creado por el gobierno inepto y espurio de un puñado de usurpadores. Como si la actuación cobarde y agresiva de tener abierta injerencia en asuntos internos de un sindicato, el desmantelamiento de una industria nacional en lugar de su apoyo, fuera motivo de orgullo, el irresponsable que ocupa la presidencia se dice “con la conciencia tranquila”.
La conciencia de un hombre que se negó a que se contaran los votos en la contienda electoral y dijo “gané, haiga sido como haiga sido”, que prometió creación de Empleos y no cumplió, que prometió quitar impuestos y al contrario ha querido inundar a la ciudadanía con impuesto sobre impuesto de manera inconstitucional, que protege a violadores de los derechos humanos, que en fin, no da un paso sin un despliegue de fuerza a su alrededor que lo proteja ni más ni menos que del pueblo al que dice gobernar.
En el paroxismo del cinismo, agradece a los medios la “valiosa y valiente” labor informativa. Esto debe entenderse desde luego como la labor de lavado de cerebro a todos aquellos que indolentemente otorgan a los medios el derecho a pensar y decidir por ellos.
“La opinión pública está con ellos” dicen alegremente estos perversos, a sabiendas que no hay tal cosa como “opinión pública” sólo un eco distorsionado de aquello en lo que sus mercenarios de la "información" insisten día y noche.
A esta campaña de denuestos y desprestigios es que hay que contestar con firmeza, yo invito a que en un ejercicio de disciplina mental y templanza, cada vez que escuchemos a allegados, conocidos y gente que le gusta hablar aunque ignore de lo que habla, realicemos un ejercicio dialéctico: por qué piensa eso, en donde lo escuchó, ha leído sobre el particular? conoce a fondo la trayectoria de los sindicatos en México?, en fin, hablar de las cosas que los medios no mencionan como de las denuncias hechas por Esparza de quiénes son los que no pagan luz y cómo la cuenta la cargan a los particulares como ellos mismos... la labor realizada por los trabajadores durante las emergencias como en el sismo del ’85, los reconocimientos internacionales de los que nada se dice y que se atribuyen, además, los jefes cuando fueron iniciativas del sindicato y trabajo de sus miembros.
Esta es la labor de hacer conciencia que nos ha encargado siempre el presidente López Obrador y que opera en cualquiera sea el caso. El también está haciendo lo propio ahora con el twitter en el que pueden leerse todo lo que está haciendo y diciendo este lider humanista y político excepcional.
Solidaridad y apoyo a los compañeros del SME porque lo que está en juego no es sólo la seguridad de estos miles de familias atacados arteramente por un gobierno fascista, lo cual ya es en sí un terrorismo de estado, sino el país en su conjunto.
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